Los vecinos de Valdelarco, un pueblo de la sierra de Huelva de apenas 250 habitantes, están recibiendo facturas de la luz desorbitadas, que en algún caso llegan a superar los 1.300 euros, debido a la falta de cobertura 2G que impide la lectura de sus contadores habiendo sido hasta ahora estimadas.
De esta forma, estos vecinos han visto cómo recibos que, en muchas ocasiones, apenas si superaban los 30 o 40 euros, se han incrementado hasta cantidades de tres y cuatro cifras, incluso en casas que está cerradas, según han indicado a EFE fuentes municipales.
Esto viene generado por el hecho de que el importe de las facturas obedece a una actualización de las lecturas de consumo que, en este caso, se realizan de manera estimada al no utilizarse los contadores inteligentes instalados por falta de cobertura.
La situación ha motivado que el alcalde de la localidad, Rafael López, haya presentado una queja formal ante el Defensor del Pueblo Andaluz, además, ha informado de que el próximo día 10 el personal de la Oficina del Consumidor se desplazará a la localidad para asesorar a todas aquellas personas que quieran poner una reclamación ante Endesa.
La mayoría de los afectados son personas mayores y, hasta el momento, la solución que les plantea, por el momento, la compañía eléctrica, que ya anunciado que desplazará un equipo a Valdelarco para "analizar lo sucedido y tomar medidas", es pagar y después presentar la reclamación.
De este asunto también se ha hecho eco, la senadora de Ciudadanos (Cs) por designación autonómica y coordinadora de la formación liberal en Huelva, María Ponce, quien ha planteado en el pleno del Senado celebrado hoy la situación de estos vecinos precisando que "muchos de estos vecinos la mayoría mayores, se han encontrado con estas facturas, que han pasado de 50 o 60 euros a 1.300 en un mes por no tener cobertura suficiente".
"Hablamos de mayores a las puertas del invierno, con un muy probable corte del suministro eléctrico por impago. Esto es la España vaciada. Es un ejemplo que no se ve, de vecinos afectados por no tener conexiones dignas de teléfono o internet en pleno siglo XXI", ha indicado.
