La nueva temporada del Gran Teatro Falla de Cádiz se inauguró la semana pasada con la actuación del cantante madrileño Depedro. El artista participó en el programa de Pedro Espinosa La Orilla, en 7TV, donde deleitó a los espectadores con uno de sus temas en el propio teatro. Por primera vez en 31 años, la programación del Falla abre sin coplas de Carnaval.
“Para mí es una gran responsabilidad y espero estar a la altura por tener la oportunidad como músico de pisar este escenario tan emblemático”, avanzó el cantante durante la entrevista.
Jairo Zabala, conocido artísticamente como Depedro, presentó su nuevo disco, Máquina de piedad, que está repleto de canciones muy trabajadas. “He tardado mucho... Desde 2017 llevo escribiendo el nuevo material”, explicó.
“Nosotros entendemos que esto es una profesión y estamos siempre con la actitud de afrontar el escenario de la manera más honesta posible. Lo damos todo porque no lo entendemos de otra manera”, se sinceró el artista, resaltando la importancia de emocionar a la hora de componer sus trabajos.
La pandemia y el avance de las tecnologías ha permitido grabar discos y canciones a distancia. Depedro confesó que prefiere realizar sus trabajos “a la vieja usanza” ya que eso permite “respetar la humanidad de lo que hacemos”.
En su nuevo disco, el cantante repasa temas desde la política y cambios en la sociedad hasta el amor y la transexualidad. “Los textos son muy importantes porque te conectan con el contenido musical. Es un disco en el que intento que la frase experiencia consciente esté muy de manifiesto, es decir, me importa mucho darme cuenta de lo que está pasando”, analizó.
Dando un repaso a su carrera, el artista se sintió muy agradecido con el cariño que recibe por parte del público. “No hay mayor halago que pasar por un parque y ver a unos jóvenes con una guitarra tocando una canción tuya”, agregó el cantautor.
Para finalizar el programa, Depedro tocó una de sus canciones pertenecientes al nuevo disco en el hall del Gran Teatro Falla, donde el pasado 20 de enero fue capaz de hacer vibrar a un público que necesitaba esta Máquina de Piedad en tiempos tan convulsos
