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Miércoles 01/05/2024  

San Fernando

La Academia Hispanoamericana homenajea al marino y científico Rafael Boloix Carlos-Roca

A académica María del Carmen Cózar Navarro pronunció el discurso en el que analizó la trayectoria del ex director del Real Observatorio de la Armada

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  • Sesión necrológica en homenaje a Rafael Boloix. -

La Real Academia Hispanoamericana homenajeó a su académico Rafael Boloix Carlos-Roca en un acto que tuvo lugar este miércoles en el salón de grados de la Facultad de Medicina de Cádiz y en el que se recordó trayectoria vital del que fuera capitán de navío del Cuerpo General de la Armada y ex director del Real Instituto y Observatorio de la Armada desde 1995 al 2004.

La sesión necrológica contó con la intervención de la académica de la Iberoamericana, Carmen Cózar Navarro, quien realizó el panegírico del marino y científico nacido en 1946 en Alicante en el seno de la familia formada por Jaime Boloix y Purificación Carlos-Roca, ambos maestros. “Fue el cuarto hijo de los siete habidos en el matrimonio. No cabe duda que sus padres fueron sus mejores maestros. Le inculcaron el sentido del deber, la disciplina, el amor al estudio, el respeto por los demás entre otras muchas virtudes”, dice Cózar Navarro.

Siendo muy joven manifestó su vocación militar, la admiración que sentía por su abuelo materno, Mariano, a la sazón intendente de la Armada, debió influir en su decisión de servir a España en la Armada.

 

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“No tuvo, al principio la aprobación de su padre quien había planeado que sus hijos fueran ingenieros”. Sin embargo, ante la insistencia del muchacho, su padre le lanzó un ultimátum: “en un año marino o ingeniero” Aprobó la oposición a la primera ingresando en la Escuela Naval Militar de Marín el 17 de agosto de 1964 donde durante cinco años recibió una formación militar como oficial de la Armada.

Tras recibir el despacho, el joven alférez de fragata inició la gran singladura de su vida en la que el Servicio a España iba a ser la brújula de su trayectoria vital.

Empezaba una gran aventura, que iba a compartir con Bella Tortosa Vázquez, “una linda muchacha que conoció en Huelva en aquel verano inesperado de sol, sal y arena, en la dorada Antilla. Los jóvenes enamorados contrajeron matrimonio en bella basílica onubense de santo Domingo de Guzmán”.

El matrimonio fijó su domicilio familiar en Cádiz. Su primer embarque fue en la fragata Legazpiz. Tras unos años destinado en la Corbeta Atrevida, en el buque de desembarco LSM y destructor Almirante Valdés, lo destinan al Real Observatorio de la Armada de san Fernando. Se trataba de un puesto provisional en el que pensaba estar un tiempo en espera de que lo destinaran a un servicio de mar.

“Porque la vocación de Rafael, me comentaba Bella, su mujer, era la de marino de guerra.  Sin embargo, un motivo de salud le obligó a hacer una reconversión de su carrera. Y así, siguiendo una de las mejores y más antiguas tradiciones de la Armada, inició su carrera científica en el seno de la Institución Naval”, siguió explicando Carmen Cózar.

Su trayectoria vital

Su currículum reúne los suficientes méritos que lo llevaron a un lugar preeminente en la Ciencia y en la Armada. Realizño estudios avanzados de Ciencias Físico-Matemáticas, Astronomía y Geofísica, en la Escuela de Estudios Superiores de la Armada. Se especializó en la medida del tiempo en el Buró internacional de la Hora, de París. Obtuvo en 1985 la Licenciatura de la Tierra y el Cosmos por la Universidad de Barcelona y en 1996 el Doctorado en Ciencias Físicas  por la Universidad de Cádiz.

Fue miembros de diversos y prestigiosos organismos, como la Unión Astronómica Internacional, Comité Científico del Foro Europeo de Tiempo y Frecuencia, Comisiones Nacional de Astronomía y de Geodesia y Geofísica.

Tiene en su haber diversas publicaciones en torno a su labor científica, entre las que cabe destacar Dos siglos y medio escudriñando el cielo. Estratos nº 69 (2003); El Real Instituto y Observatorio de la Armada, 250 años de actividad científica. Boletín ROA (2009); Las Ciencias en las Fuerzas Armadas. Cuadernos de Pensamiento Naval: Suplemento de la Revista General de Marina (2001);  El Real Instituto y Observatorio de la Armada. Arbor: Ciencia, Pensamiento y Cultura (2001); Cien años de registros sísmicos en España : El Real Observatorio de la Armada en san Fernando, pionero de la sismología instrumental en nuestro país. Estratos (1999). Metrología de tiempo y frecuencia. Epsilón: Revista de la Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales (1998);

También colaboró en una obra colectiva de la cátedra Jorge Juan en el año 2033 con el título Las matemáticas en la Armada.

El capitán de vavío Rafael Boloix está en posesión de cuatro Cruces del Mérito Naval con distintivo Blanco, tres de ellas de 1º  clase,  y una de 2º clase; de la Cruz Real y Militar orden de san Hermenegildo y de la Encomienda Real y Militar orden de san Hermenegildo.

Tuvo el reconocimiento de las Reales Academias de San Romualdo de San Fernando y de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias Artes y Letras con sede en Cádiz, Instituciones académicas de las que formó parte como académico de número colaborando con ellas en múltiples ocasiones.

En la Antártida

En 1986, Rafael Boloix participó en la Primera Campaña Antártica Española. Aquella primera misión científica mixta, civil y de la Armada tuvo un notable éxito. Los resultados científicos del equipo español merecieron la aprobación de los miembros del Consejo Antártico, España fue aceptada junto a Suecia en la sesión plenaria de París.

Por su servicio distinguido en esta campaña de la Antártida, el Rey Juan Carlos I lo recibió en audiencia el 7 de junio de 1988.

En el Observatorio

Fue Jefe de la Sección de Horas, de Geofísica y Astronomía.

Tras estar cinco años como subdirector, en 1995, lo nombraron director del Real Observatorio de la Armada en San Fernando, “todo un acierto porque el Capitán de Navío, Rafael Boloix reunía, ya para entonces, la experiencia del marino y la sabiduría del astrónomo”.

“Y es que Rafael Boloix Carlos-Roca perteneció a esa casta de científicos ilustrados y destacados marinos, protagonistas de la Real Armada organizada por Patiño en el siglo XVIII, insignes marinos que nos dejaron la impronta de su saber y de sus valores éticos y científicos”.

El Real Instituto y Observatorio sigue siendo el núcleo de la investigación científica de la Armada y mantiene hoy día un reconocido prestigio tanto a nivel nacional como internacional, recordó Carmen Cózar Navarro, quien pronunció el discurso que se reproduce.

“Los Anales de La Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras guardará con gran orgullo la Memoria de nuestro querido académico el Excelentísimo Señor Rafael Boloix Carlos- Roca que fue primero marino y después científico”.

En la vida

“No quisiera finalizar esta disertación en honor a nuestro ilustre académico, sin dirigir unas palabras a Bella, su querida esposa, a su querida familia. Porque la vida de Rafael Boloix no se agota en su brillante trayectoria académica. El capitán de navío, Rafael Boloix Carlos-Roca fue un hombre entrañable, un buen amigo y compañero. Católico convencido, fue un hombre de fe, tremendamente familiar. Vivió muy dedicado a su mujer, Bella y a sus queridos cinco hijos y diez y seis nietos”, dijo Cózar Navarro como despedida. Honor y Gloria”.

La clausura del acto corrió a cargo de la directora de la Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, Felicidad Rodríguez Sánchez.

 

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