“¡Que me caso!”. Estas fueron las únicas palabras que acertó a decir muy emocionada Carmen en el Real de la Feria el pasado sábado cuando, a los pocos minutos de encenderse el alumbrado, se dio la vuelta después de que una amiga gritara su nombre. Su sorpresa fue mayúscula. José Carlos, su pareja desde hace casi una década y padre de su hija, de tres años, estaba en el albero de rodillas con un estuche idéntico a una bola de Pokemon y un anillo de pedida en su interior. La joven tenía a su pequeña en brazos y no daba crédito. “¿Quieres casarte conmigo?”, le preguntó su novio, nervioso pero sin perder la sonrisa y jaleado por amigos cómplices de la sorpresa y personas anónimas que estaban a su alrededor viendo los fuegos artificiales y el encendido del alumbrado. Ella ni se lo pensó, y le plantó un beso, asintiendo: ”Qué vivan los novios!”; ¡Qué bonito!; ¡Qué bonito", gritaban sus amigos y el público presente entre aplausos.
Han pasado apenas dos días y Carmen, de 29 años, todavía casi ni se lo cree. Ya tienen fecha: el 5 de agosto a las 19.00 horas en el Cabildo y nunca se habría imaginado mejor pedida que la que tuvo, con su hija como testigo en su primer contacto con la Feria. “Era el primer alumbrado de mi niña y era un momento muy especial. Ella me dice que está muy contenta de que su mamá y su papá se casen, porque va a haber fiesta”, cuenta a Viva Jerez.
Aunque la última semana había notado nervioso a su novio en casa, “no me lo esperaba. Ha sido todo loquísimo”, señala. “Es verdad que lleva una semana estresado porque él mismo ha diseñado e impreso la Pokemon con la que me ha pedido matrimonio y en la que iba el anillo”, señala. Después lo planeó con sus amigos para que no se perdieran el momento. “Yo no sospechaba nada, me dijeron que había una sorpresa, que no mirara, y ya me llamaron. Es verdad que cuando llegamos a ver los fuegos artificiales estaban allí mis amigos y pensé: “qué casualidad”. ¡Qué vivan los novios!