La Sección Primera consideró como hechos probados, según la sentencia, que el vehículo que conducía el condenado adelantó al otro coche, ocupado por los dos acusados de ser partícipes en una carrera ilegal.
Así, en una curva con una fuerte pendiente descendente, de visibilidad reducida y donde está prohibido adelantar, invadió el carril contrario y colisionó frontalmente contra otro vehículo ocupado por un matrimonio y su hijo, del que resultó fallecido el padre.
La Audiencia Provincial considera que el conductor ahora condenado huyó del lugar de los hechos, mientras que los otros dos se acercaron al vehículo siniestrado “hasta el punto de hacer fuerza sobre la puerta delantera para intentar socorrer” a una de las víctimas, consiguiendo que ésta llegara a salir del vehículo. Además, comenzaron a llamar la atención de los vehículos que se acercaban, hasta que tras producirse una aglomeración de personas y habiendo sido alertada la Policía y las ambulancias, optaron por retirarse de la zona.
Asimismo, según la sentencia, la Audiencia consideró que no consta suficientemente probado que se hubiera pactado de antemano llevar a cabo una arriesgada carrera ni un “pique” momentáneo entre ambos conductores. El acusado, además de carecer de permiso de conducir, dio positivo en las pruebas de medición alcohólica, además de manifestar durante el juicio que también había consumido drogas.