El Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado este viernes, en el marco de la sesión semanal de su junta de gobierno, una encomienda a la Gerencia de Urbanismo para que dicho organismo municipal emprenda la licitación de una concesión municipal correspondiente al proyecto destinado a la rehabilitación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne y su explotación como espacio de ocio, gastronomía y cultura, después de que en noviembre de 2020 fuese rescindida la anterior concesión de mutuo acuerdo entre las partes.
El acuerdo aprobado, recogido por Europa Press, implica literalmente una encomienda a la Gerencia de Urbanismo para "la licitación de la concesión administrativa para el uso privativo del edificio conocido como Mercado Puerta de la Carne, a fin de realizar la proyección y ejecución de las obras de rehabilitación y la posterior explotación del mismo, para destinarlo a contenedor de usos culturales, de ocio y gastronómicos".
Ello implica, según precisa el documento, la confección de los pliegos del concurso y la "licitación del contrato de concesión mediante procedimiento abierto, con pluralidad de criterios de adjudicación".
Al respecto, recordemos que la actuación proyectada por la anterior entidad adjudicataria, una unión temporal de empresas (UTE) liderada por Inversport 2010, estaba valorada inicialmente en unos 7,5 millones de euros, para restaurar por completo el recinto, construido entre 1927 y 1929 y en desuso desde 1999; y conformar un nuevo espacio con puestos de hostelería en la planta baja, usos comerciales y de restauración en la primera planta, un mirador en las cubiertas y un sótano dedicado a actividades culturales, toda vez que la UTE gozaría de la explotación comercial del recinto.
No obstante, después de que en marzo de 2017 arrancasen las excavaciones arqueológicas y fuesen desenterrados restos del antiguo matadero municipal, encargado en 1489 por los Reyes Católicos y demolido en 1914, el Ayuntamiento, merced a las directrices de la Consejería de Cultura, pedía a la UTE una modificación del proyecto original para "integrar" en el mismo los restos rescatados.
En marzo de 2019, el Ayuntamiento solicitaba a la UTE otra reforma del proyecto, bajo la premisa de que nuevos estudios geotécnicos habían revelado que la cota del nivel freático está "por encima de la profundidad estimada" en un principio, encontrándose dicho nivel en unos 4,10 metros de profundidad en lugar de entre 7,10 y ocho metros bajo rasante como inicialmente se preveía.
Tal extremo incidía en el sótano que incluía el proyecto, pieza a su vez estratégica para la actuación porque dicho espacio estaba destinado a acoger diferentes equipamientos e instalaciones del recinto, dada la imposibilidad de ubicar tales elementos en la cubierta del edificio al gozar el mismo de protección.
La UTE promotora del proyecto, de su lado, señalaba en abril de 2019 que ya estaba "terminando" el nuevo proyecto técnico, que groso modo incorporaría novedades respecto al sótano, al incluir la construcción del mismo unas pantallas de hormigón armado que conformasen un recinto estanco al objeto de salvar la incidencia relacionada con el nivel freático, y la musealización de los vestigios arqueológicos. Tales modificaciones elevaban el coste calculado de las obras hasta unos diez millones de euros.
Finalmente, en el otoño de 2020 la UTE y el Ayuntamiento acordaban la rescisión de la concesión, dada la "imposibilidad acreditada" por la empresa de cumplir con los términos de la licitación de 2014 debido al "desequilibrio económico generado por las necesidades técnicas sobrevenidas por la detección de un nivel freático más elevado de lo previsto y la necesaria incorporación de los restos arqueológicos".
El pasado mes de enero, durante un debate plenario, el alcalde hispalense, el socialista Antonio Muñoz, admitía los "retrasos" que acumula esta iniciativa, esgrimiendo no obstante que antes de iniciar una nueva licitación era necesaria una "minuciosa labor" de plena "justificación" de los 1.046.730 euros pagados a la UTE para la liquidación del contrato anterior, en defensa de los intereses públicos.
El alcalde manifestaba así la idea de formalizar en el primer trimestre del año la nueva licitación por un importe que "casi cuadruplica" al del primer concurso, "a la vista de las circunstancias" que rodean al proyecto, que ahora no partirá "de cero", sino que conserva el aval de la Comisión de Patrimonio Histórico y los estudios acometidos por la anterior adjudicataria.
Además, precisaba que no será licitado un proyecto de "mercado gourmet" como tal, sino que se tratará de "una convocatoria mucho más abierta", para que "sean los promotores los que presenten sus distintas propuestas" respecto al futuro de este inmueble, pero siempre en torno a usos de "cultura, ocio y gastronomía".