Javier Ramos es el CEO de Kaiju Group, la firma malagueña que comenzó hace más de una década a impulsar el sector del videojuego en Málaga a través de su marca de formación Evad y los festivales Freakcon y Gamepolis. Y se define como un ‘friki’, en especial de los videojuegos, pero también del Manga y del Anime. De todo lo que hace referencia a la cultura Geek y que se podrá disfrutar en Torremolinos los días 25 y 26 de mayo con la octava edición de la FreakCom, un evento que asegura que nació por “la necesidad” de que Málaga tuviera su evento de cómic, Manga, series de televisión y videojuegos.
Pero con una nota especial según Ramos: “Es un formato bastante familiar y para todos los públicos”. Así, considera que es un evento que “no tiene edad: me gusta identificarlo como un evento familiar y que además todas las generaciones pasan por el evento”, como destaca, “vemos a los abuelos, vemos a los padres y a los niños, a los nietos, o sea es un evento para todos los públicos y pues cada uno en nuestros gustos que están muy definidos”
Y él tiene los suyos: “Yo por ejemplo, soy mucho de videojuegos, también soy mucho de Anime, con 45 años y mi señora cuando me ve viendo eso me dice: “¿Otra vez tienes los dibujitos? Pero, claro, que va, son historias muy narrativas, con unos personajes muy profundos, es una trama de la cultura del entretenimiento muy divertida y muy profunda, igual que al que le gusta mucho leer una gran novela, yo igual, que me meto en un libro me meto en un Anime”.
Ramos lo deja claro en declaraciones a Viva Málaga: “Me siento muy identificado, y todo mi equipo, me siento muy amante, muy friki. Disfrutamos mucho haciendo este evento porque somos muy amantes de lo que hacemos, somos muy amantes de las series de televisión, de los cómics, del Manga, de los Anime, y de los videojuego, todo el equipo”.
Un equipo que, asegura, este año, a la hora de realizar la producción de la VIII FreakCom “se ha pasado”, porque habrá talleres, ajedrez, furgonetas para comer (“a los asistentes les gusta echar aquí todo el día”)… y nombres destacados como los de el actor Paco Tous o el escritor Juan Gómez Jurado.
Un evento que insiste, es una muestra cultural, y pone como argumento el caso ocurrido cuando desde Oxo Museo del Videojuego de Málaga, “hicimos un coloquio en el Thyssen de Madrid, con grandes nombres del mundo de la cultura, hablando sobre si el videojuego era el décimo arte, que para nosotros sí que lo es, por todo lo que conlleva hacer un vídeojuego, y es una corriente artística y cultural que además es considerado cultura por el Congreso y en el Senado, donde fue considerado cultural en 2009, como otras más tradicionales”. Y resume: “Los vídeojuego son cultura”.
Sobe las críticas a los que, para muchos resultan muy violentos y su influencia en los niños, recuerda que, como en el caso del cine, hay unas edades (indicadas en este ámbito con el código PEGI), y lo que debe imperar es la educación para su uso. Así ante los vídeojuegos de ‘shooter’ o juegos de guerra, “como dicen, de matar”, defiende que “en realidad son simulaciones que, igual que ves una película de guerra, pues con una edad recomendada, en videojuegos igual, si no es para un niño de ocho o 12 años, igual que no ve una película que no es para su edad, tampoco puedes jugar a un juego que no sea de un estilo y una recomendación para su edad”.
Por eso concluye que, al final, hace falta una educación ante estas nuevas realidades: “Es imprescindible, nosotros aquí en la EVAD, en nuestra escuela, pues también lo que intentamos hacer es educar sobre el buen uso de los videojuego, y sobre otra cosa que a mí me preocupa hoy en día que es las redes sociales que hay que saber qué red social, a qué edad se puede manejar una red social, y también el dispositivo, a qué hora se le puede dar uno a nuestros hijos”.
Como ven ser ‘friki’ es divertido, pero también es un asunto muy serio. Y, para comprobarlo, no hay más que darse una vuelta por la FreakCom.