El V Informe del Observatorio de la Desigualdad de Andalucía advierte de que “la ciudad de Algeciras supone hoy día una de las zonas donde las desigualdades urbanas y sociales impactan de forma diferencial y preocupante en las personas que habitan las distintas áreas del municipio”.
Rocío Vela-Jiménez y Antonio Sianes, de la Universidad Loyola Andalucía, distingue entre “la vieja y la nueva Algeciras”. Esta última, explican, “crece en dos direcciones, hacia el Norte y hacia el Sur a través de viviendas unifamiliares o de urbanizaciones de pisos de nueva construcción, que albergan a población con un nivel socioeconómico medio-alto”.
La vieja Algeciras, por su lado, “se mantiene concentrada alrededor del centro urbano, condicionadas su regeneración física y sus dinámicas sociales por la actividad portuaria”. Y es precisamente en esta área donde se concentran las zonas más desfavorecidas, “más especialmente en la parte Sur y Oeste del casco urbano”, con viviendas construidas a partir de los años 40 e intensificada a partir de los 60-70”, concretan.
Los autores de este capítulo del informe indican que barrios como El Saladillo, La Piñera, La Yesera o Pescadores presentan los más graves índices de exclusión social, con dificultades de acceso y conectividad “por las propias vías del tren, que rasgan el territorio en dirección Este-Oeste, y las áreas comerciales e industriales que suponen una barrera que separa a estos barrios de la vida de la ciudad”.
También apuntan a otras zonas desfavorecidas, al oeste del centro de la ciudad, como La Bajadilla o Los Pastores que, no obstante, forman parte del continuo urbano.
Sobre los indicadores de desigualdad, Vela-Jiménez y Sianes destacan, en primer lugar, que Algeciras presenta una tasa del desempleo que supera la media provincial, andaluza y española, con el 28,2%, con valores más elevados en los citados barrios de la Zona Sur y Oeste del caso urbano, pero también en la zona centro, en torno al puerto.
En cuanto a la renta media por hogar, se registran rentas inferiores a 20.000 euros en los barrios de la Zona Sur, y que contrastan con barrios como la Colonia de San Miguel-Los Pinos o San García.
La Zona Sur también concentra el mayor número de población con menor nivel educativo, ya que apenas el 25% posee estudios superiores, dificultando su acceso a un empleo y una renta media que asegure un mínimo de calidad de vida.
El informe alerta, por último, de que, si bien la ciudad tiene una media de edad de 41 años se identifica una alta tasa de mortalidad en relación con el resto de la ciudad en barrios como La Piñera, Saladillo o la Yesera.
Finalmente, Vela-Jiménez y Sianes consideran que “la actividad portuaria ofrece sustanciales oportunidades laborales en relación con el sector servicios y de transporte de mercancías, así como facilita la presencia natural de una gran interculturalidad”.
Sin embargo, con 10.104 migrantes, de los cuales casi el 63% provienen de Marruecos, lo que supone más de un 8% de su población, y la delicada convivencia que no siempre se gestiona en positivo ha hecho cundir una “sensación de inseguridad que vertebra y atraviesa la vida en la ciudad”, a lo que hay que sumar “con el tráfico de drogas que se deriva de su posición estratégica y su intensa actividad portuaria”.