La denominada operación Adriano se ha desarrollado durante varios meses y se ha llevado a cabo gracias al software específico facilitado por Europol a las distintas unidades especializadas en delitos tecnológicos de los estados miembros.
En total, las investigaciones permitieron detectar a 99 personas sospechosas de compartir y poseer material pornográfico en el que niños, algunos de unos 4 años, eran víctimas de agresiones sexuales cometidas por adultos.
Los investigadores detectaron un importante número de archivos en Internet que contenían escenas sexuales implícitas en las que se utilizaba a menores de edad y que estaban siendo compartidos a través de aplicaciones de intercambio.
Las investigaciones revelaron que cada uno de los 99 usuarios investigados se habría descargado una media de 5 archivos de pornografía infantil en apenas una semana.
Las aplicaciones de geolocalización descubrieron además la existencia de conexiones sospechosas en prácticamente todas las comunidades autónomas, por lo que se procedió a informar a las correspondientes Jefaturas Superiores de Policía.
En total, se han practicado 32 registros domiciliarios en un operativo desarrollado durante varios meses en el que, finalmente, se ha podido identificar y detener a 18 personas y se ha imputado a otras 17 por un delito relativo a la prostitución y corrupción de menores.
El material pedófilo intervenido está siendo ya analizado por las unidades correspondientes, con el fin de determinar cualquier dato que sea de interés para identificar a los agresores, a los niños víctimas de los abusos o si alguno de los implicados fuera además autor de agresiones a menores.