“La transparencia y el Estado de Derecho serán la base de mi presidencia”, afirmó el gobernante en la ceremonia de firma, en la que prometió “una nueva era de apertura en nuestro país”.
Entre las medidas suscritas por Obama en su primer día de trabajo figura una orden para congelar el sueldo a los funcionarios de la Casa Blanca que cobren más de 100.000 dólares anuales (77.700 euros) –aproximadamente un centenar de ellos–, en momentos en los que el país atraviesa una dura crisis económica.
“Las familias se están apretando el cinturón, y lo mismo debe hacer Washington”, sostuvo el nuevo mandatario.
Obama anunció también una iniciativa para fomentar la transparencia del Gobierno, que exigirá que todos los organismos gubernamentales vean las peticiones de información que se les presenten bajo la Ley de Libertad de Información.
“La Ley de Libertad de Información es la herramienta más poderosa que tenemos para hacer que el nuestro sea un Gobierno honesto y transparente”, declaró el nuevo mandatario.
Los funcionarios “no sólo tendrán que obedecer su letra sino también su espíritu”, insistió Obama, quien arremetió contra las prácticas “de un excesivo secreto” de la Administración anterior de George W. Bush, que según él, “si había un argumento plausible para no proporcionar información, no la daba”.
Obama suscribió también una orden ejecutiva que establece rígidos límites a los cabilderos que representan los intereses de grupos de presión o de empresas ante las entidades políticas.
A partir de ahora, los cabilderos no podrán ocupar puestos en el Gobierno relacionados con áreas que ellos hayan representado durante los últimos dos años.
Además, tras ocupar un cargo en la Administración, no podrán ejercer como cabildero hasta que Obama haya dejado la Presidencia, ni podrán intentar ejercer influencia sobre sus ex colegas durante dos años.
Los cabilderos en ejercicio no podrán, por su parte, hacer regalos a los funcionarios públicos.
El servicio público “es un privilegio y no debe servir para ayudar a los amiguetes, a los intereses de las empresas o para promocionar un programa ideológico”, sostuvo el presidente, en otra aparente crítica al Gobierno anterior.