El portavoz del Gobierno municipal, Daniel Nieto, y el delegado de Vías y Obras, Pascual Junquera, han salido a la palestra para pedir a la ciudadanía que ponga de su parte en el mantenimiento del mobiliario urbano y, en especial, evitar que las farolas se conviertan en auténticos tablones de publicidad.
Y es que desde que se inició la legislatura una de las prioridades del Ayuntamiento es el repintado de todas las farolas y los bancos de la ciudad. De hecho, en el caso de las farolas se han pintado las de la Ronda del Estero, barriada de Andalucía y se estima que de aquí a final de año se pintarán otras 200. Pintar una farola supone un desembolso de entre 45 y 50 euros, en función de su tamaño.
El problema radica en que nada más terminar las labores de remozado de las farolas, aparecen colgados carteles, cuya retirada implica que se despegue la pintura al tirar de la cinta adhesiva lo incluso puede provocar, a largo plazo, que se oxide.
Es más, Nieto ha recordado que está expresamente prohibido colocar a la altura del suelo esos grandes cartones publicitarios (circos, espectáculos musicales, espectáculos infantiles, etc.), muchos de los cuales incluso aparecen en las intersecciones de calles y suponen un peligro para el tráfico rodado.
El portavoz municipal ha querido dejar claro que entre "las prioridades" de la Policía Local no está en estos momentos apercibir por la colocación de carteles en las farolas, es decir, que no va a haber una vigilancia especial por este tipo de infracciones y que, sólo llegado el caso y cuando sea necesario, se aplicará la Ordenanza que existe para este tipo de situaciones. Al respecto, las sanciones pueden ser consideradas leves, con multas de hasta 150 euros, o graves, con multas que van desde los 150 a los 300 euros.
Por último, Nieto espera que este llamamiento al comportamiento cívico tenga el mismo efecto que tuvo en su día cuando se recordó que en época de verano estaba prohibido el acceso de mascotas a la playa.