La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha instado a los vecinos del bloque de la calle Raboatún que se encuentra pendiente de rehabilitación a renunciar al convenio firmado en 2007 para, de este modo, poder ejecutar obras de emergencia en uno de los pisos que se encuentra apuntalado.
La presidenta de la comunidad, María García, recibió ayer una llamada de la Oficina de Rehabilitación condicionando la ejecución de estas actuaciones a la renuncia del convenio que contemplaba la rehabilitación integral del edificio.
García considera que la Administración autonómica está tratando de “chantajear” a los vecinos afectados, que no son responsables de sus problemas económicos. Hasta ahora, los propietarios entendían que se iba a priorizar la actuación en aquellas viviendas que se encontraran en peor estado, pero no que esa decisión implicara la renuncia al convenio inicial.
“La actitud de la Junta me parece chantaje y no es justa. Comprendo que ahora no pueda cumplirse con el convenio completo, que se actúe en lo más urgente y que el resto de las obras quede para más adelante, pero esto es diferente”, advirtió. Los vecinos tendrán que decidir entre renunciar al convenio o no ejecutar ninguna obra.
