Esa es la cifra que barajan los especialistas, que continúan su trabajo para determinar con más exactitud el tipo de material utilizado por los terroristas para hacer estallar la Peugeot Partner, robada horas antes en la localidad madrileña de Navalagamella.
La explosión provocó un cráter en el suelo de tres metros de diámetro por uno de profundidad y daños a medio centenar de vehículos estacionados por la zona, además de en el puente que estaba próximo y en los edificios cercanos.