Representantes de las organizaciones provincial y local del PSOE de Jaén han coincidido este viernes en criticar al alcalde, José Enrique Fernández de Moya (PP), por acudir al Palacio de San Telmo, en Sevilla, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, para devolver las "llaves" del tranvía de la ciudad, un acto que han tachado de "fantochada" y con el que consideran que el regidor ha actuado como "un triste payaso de circo".
En una nota difundida desde el PSOE provincial, la parlamentaria andaluza Natividad Redondo ha calificado de "esperpento de primera categoría" y "pantomima" lo escenificado por el alcalde en San Telmo, al que ha criticado tanto por "impedir a sus vecinos disfrutar de un transporte público de primera división, moderno, ecológico y sostenible" como por "dilapidar una inversión de 120 millones de euros".
"Esto no va a quedar así", ha puntualizado Redondo, que ha avisado de que si el alcalde no pone en marcha el tranvía, "lo pondrá el PSOE en 2015", y ha llamado la atención además sobre las "consecuencias" que, a su juicio, puede tener esta decisión para el Ayuntamiento, ya que "la Junta ha cumplido con los compromisos firmados en el convenio y el Consistorio no".
La parlamentaria socialista ha expresado su deseo de que el "bochornoso episodio" de este viernes sea "el último del culebrón infame que el alcalde ha querido mantener vivo durante dos años para hacerse fotos, lloriquear y presentarse como víctima", por lo que espera que "de una vez por todas, se dedique al Ayuntamiento, a trabajar por sus vecinos, a poner en marcha planes de empleo y a relacionarse con las otras administraciones con lealtad y sin zancadillas".
Para Redondo, si "los ciudadanos no entienden que un alcalde se dedique dos años a marear la perdiz para finalmente renunciar al tranvía; menos entenderían que se dedicara los dos años restantes a seguir con sus 'batallitas' mientras es incapaz de poner en pie un solo proyecto municipal reconocible para la ciudad de Jaén".
"UN TRASNOCHADO TORREBRUNO"
Por su parte, el secretario de Política Municipal del PSOE de la capital, Julio Millán, se ha mostrado convencido de que "cambiar el progreso que el tranvía supone para los jiennenses por el autobombo de verse en los periódicos pasará factura a Fernández de Moya, que sin querer se ha visto convertido en un trasnochado Torrebruno de la política andaluza, llevando a Sevilla un 'numerito' de segunda con su 'troupe' en lugar de convertirse en el alcalde del progreso de la ciudad con la ayuda de los 120 millones de euros invertidos por la Junta de Andalucía en el tranvía".
En un comunicado enviado desde el PSOE local, Millán ha aseverado que con el acto de este viernes "ha quedado probado que el alcalde ha querido convertir en un 'ring' de boxeo el asunto del tranvía, cuando el Gobierno andaluz solo ofrece futuro para la ciudad" a través de un medio de transporte que aporta "valor añadido para el turismo" y que generaría una "revitalización para el centro histórico" y propiciaría la "apertura de negocios que ya se habían comprometido a instalarse en Jaén por él".
Además, para el representante de los socialistas capitalinos, si el tranvía lo hubiera construido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el alcalde habría salido "en reportajes a todo color subiendo y bajando de él, con cara de satisfacción porque el PP habría cumplido con Jaén".
Tras señalar "la aceptación social que tiene, el informe de la Junta que constata que su explotación no costaría al Ayuntamiento más que el servicio de autobús y podría terminar siendo rentable en el futuro, o la mediación ofrecida para su puesta en funcionamiento de vecinos y colectivos con peso específico como el del Colegio de los Ingenieros de Caminos", Millán ha resaltado que el PSOE "no defiende el tranvía porque sí, sino porque tiene futuro".
Por ello, ha pedido al alcalde que "recapacite sobre las consecuencias que tiene no cumplir con la parte del convenio del tranvía que vincula al Ayuntamiento y las compensaciones que se pueden exigir por este gran perjuicio", así como que "no se convierta en un rehén de su orgullo, de vivir en un constante fanatismo en busca de rivales políticos de los que los ciudadanos salen siempre perjudicados".