El periódico irlandés Sunday Tribune, con sede en Dublín, dijo haber recibido una llamada anónima hecha en nombre del IRA Auténtico para responsabilizarse del ataque.
El diario otorga credibilidad a la llamada porque el comunicante, que no se disculpó por el ataque, utilizó una palabra en clave correspondiente a esa organización terrorista.
El Ira Auténtico es un grupo disidente del IRA que se opone al proceso de paz norirlandés y a la estrategia democrática del brazo político del Ejército Republicano Irlandés, el Sinn Fein.
Además de los soldados muertos, otros dos militares y dos civiles –repartidores de pizzas– resultaron heridos en el atentado, cometido en la base de Massereene, radicada en el condado de Antrim y unos 25 kilómetros al norte de Belfast.
Según el superintendente de la Policía autónoma norirlandesa (PSNI) al frente de las investigaciones, Derek Williamson, una pareja de pistoleros abrió fuego indiscriminadamente desde un vehículo –con el que se dieron a la fuga después– cuando las puertas de la base dejaban entrar a los dos repartidores de pizzas.
Los dos soldados muertos, de unos veinte años, tenían previsto abandonar Irlanda del Norte en los próximos días para iniciar otra misión en Afganistán, informaron ayer fuentes policiales.
Esos militares son los primeros efectivos de las Fuerzas Armadas británicas asesinados en la provincia desde 1997, cuando Stephen Restorick murió debido al disparo de un francotirador del IRA, todavía activo en aquella época.
Entre los heridos del atentado del sábado, uno se encuentra en estado crítico, dos están graves y otro se halla estable dentro de la gravedad, añadió la Policía.
Condenas
El Sinn Fein no tardó en condenar el atentado, al tiempo que aseguró que los responsables del ataque “no tienen ni apoyo ni estrategia para lograr la unificación de Irlanda”. Así lo afirmó desde Belfast el presidente de ese partido, Gerry Adams, quien calificó el “tiroteo” como una agresión contra el “proceso de paz”.
En su opinión, la acción terrorista resulta “equivocada y contraproducente” para los objetivos históricos de la comunidad republicana en la isla de Irlanda.
El primer ministro británico, Gordon Brown, condenó ayer el atentado y subrayó que el ataque no echará por tierra el proceso de paz en la provincia. “Ningún asesino podrá hacer descarrilar un proceso de paz que cuenta con el apoyo del pueblo de Irlanda del Norte”, afirmó Brown.
“Puedo asegurar que llevaremos a esta gente (los responsables del atentado) ante la Justicia”, remarcó el primer ministro, que tildó el ataque de “cobarde”.
“Nuestra primera prioridad –prosiguió– siempre ha sido la seguridad del pueblo de Irlanda del Norte y haremos todo lo que esté en nuestro poder para garantizar que Irlanda del Norte es segura”.