Son algunos de los datos aportados por Pérez Rubalcaba en su comparecencia en el Congreso de los Diputados para informar de las cifras de delincuencia de 2008, un ejercicio en el que por primera vez se contabilizaron los delitos en materia de seguridad vial, tras la reforma del Código Penal de finales de 2007.
El ministro del Interior destacó que si se descontaran este tipo de delitos hubieran bajado tanto el número de infracciones penales como la tasa de criminalidad.
El número total de delitos y faltas cometidos en 2008 en la demarcación de la Policía y la Guardia Civil fue de 1.858.197 frente al 1.882.642 del año anterior, aunque la tasa de criminalidad por cada mil habitantes aumentó.
Esta divergencia entre la tasa y el número de delitos y faltas se debe a que la provincia de Tarragona ha quedado ahora fuera en las estadísticas de Interior, al pasar a ser competencia exclusiva de los Mossos d’Esquadra.
A pesar de este leve repunte global de la criminalidad, la tasa sí desciende en los cuatro principales indicadores que computa Interior –delitos contra la vida, contra el patrimonio, lesiones y hurtos– que han pasado de una tasa de 35,8 a 35,1 el año pasado.
“Los cuatro grandes indicadores descienden y lo vienen haciendo de forma sistemática”, subrayó Rubalcaba.
Los que sí suben son los delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas y en especial los malos tratos en el ámbito familiar que han pasado de 60.260 infracciones en 2007 a 63.515.
El ministro destacó el aumento en un 5,4% de las denuncias por malos tratos –sobre todo las de familiares, vecinos y hospitales– y recalcó la importancia de denunciar ya que ha disminuido de forma significativa el número de mujeres asesinadas que habían denunciado previamente.
También han crecido otros delitos contra la vida, como los intentos de homicidio, los homicidios dolosos y los asesinatos, 34 más en 2008, alcanzando una cifra total de 1.019 delitos durante el año pasado.
Algo similar ha sucedido con los delitos de pornografía infantil que han aumentado un 1.200% desde 2003, aunque, según ha explicado el ministro del Interior, se debe más a la eficacia policial que a un aumento real de la criminalidad.
En cuanto a los delitos contra el patrimonio crecen de forma importante los robos con fuerza en viviendas con una tasa de 37,1 por cada 10.000 viviendas, frente al 33,2 de 2007; y también suben ligeramente los robos con violencia, de 17,4 a 17,5 por cada 10.000 habitantes.
Un repunte que según Rubalcaba, convierte los asaltos en viviendas en un “objetivo prioritario” de las fuerzas de seguridad.