Utrera ha publicado un trabajo sobre la filmografía lorquiana en la revista Anales de Literatura Española Contemporánea (CSIC y Temple University), en el que ha repasado algunos de sus hitos, como la temprana versión de Bodas de sangre filmada por Guibourg en 1938 en Argentina.
Esta temprana “reacción” argentina, como la llama Utrera, contrastó con “la postración, menosprecio e ignorancia que ha soportado la obra del granadino” desde la Guerra Civil hasta la llegada de la democracia, en lo referido al cine.
Utrera declaró a Efe que tuvo oportunidad de entrevistar en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, en 1985, al húngaro Imre Gyongyossy, que dirigió una Yerma que, según el profesor sevillano, no ha soportado bien el paso del tiempo, por presentar a una Yerma “libre, coqueta e incluso ligona”, acorde con una idea de la mujer liberada que “no estaba en Lorca”.
En contraste con esa Yerma, Utrera valoró la de Pilar Távora (1998), “un trabajo que aún no se ha reconocido lo suficiente y que hace un empleo de la música y del verso lorquiano excelente, muy bien interpretado y estructurado en el organigrama narrativo”.
A la Yerma de Távora le perjudicó su coincidencia en las salas de estreno con Solas, del también sevillano Benito Zambrano y cuyo éxito ocultó las virtudes de la versión lorquiana, según Utrera, quien también recordó el intento de Luis Buñuel de hacer una película sobre el drama La casa de Bernarda Alba.
También el cine mexicano hizo “versiones atípicas que ni reconocían la autoría, folletines que tomaban las obras lorquianas como referencia”, pero que Utrera no ha tomado en consideración.
De la Bernarda Alba de Mario Camus, de 1986, destacó el profesor, sobre todo, el “curioso trabajo de las actrices”, mientras que de Muerte en Granada, de Zurinaga en 1997, señala que la popularidad del actor Andy García “sirvió para perpetrar una de las mayores trivializaciones sobre el autor y su biografía”.
En torno al centenario del poeta, Utrera contó algo más de medio centenar de producciones audiovisuales, en su mayoría documentales, y también dos versiones de Viaje a la luna, una de Frederic Amat y otra del actual director del Sevilla Festival de Cine Europeo, Javier Martín Domínguez.
En cuanto a televisión, Utrera dijo preferir la serie de Juan Antonio Bardem Lorca, muerte de un poeta, que no dudó en calificar de “excelente” y que en 1987 “dejó plasmado en la pantalla el fusilamiento del poeta”.