Según las declaraciones de la demandante, la pasarela de entrada al avión en la que se produjo la caída estaba resbaladiza, argumento que ha sido aceptado al admitir esta posibilidad el jefe de mantenimiento del aeropuerto, por lo que la Sala ha considerado que es necesario que se le indemnice por los daños sufridos.
En total, la indemnización decretada por el juez asciende a 100.000 euros por las lesiones y el perjuicio económico que le causó la incapacidad para ejercer su profesión, más el precio de los billetes de avión de regreso a Estados Unidos y de la operación quirúrgica que se le practicó allí, que superaron los 8.000 dólares en enero de 1998.