El conocido cofrade rondeño Jorge García, hermano mayor durante años de la populosa hermandad de La Columna, ofrecerá este año el pregón oficial de la Semana Santa. La cita será una semana antes del Domingo de Ramos, el domingo 22 de marzo. Tras hacerse público su nombre esta semana pasada, RONDA SEMANAL ha podido hablar con él.
¿Cómo se encuentra?
—Estoy digiriendo aún la noticia, muy ilusionado y esperanzado en ofrecer un pregón como el que merecen la Semana Santa de Ronda y nuestras hermandades.
Será la primera vez que ofrezca un pregón. ¿Mucha responsabilidad?
—Es una enorme responsabilidad, en efecto, que asumo como tal, pero creo que mi elección va a servir para que muchos cofrades que están preparados en las hermandades, muy bien formados, den un paso adelante, siendo responsables. Cuando se aprobó mi nombre, me vi en la encrucijada de hacer un ejercicio de responsabilidad, pero me pongo en manos de Dios porque, sin haber sido pregonero antes, no me faltan ni ilusión, ni ganas de motivación para que el pregón del 22 de marzo esté a la altura y pueda defender a las Hermandades como hay que defenderlas. Doy el paso adelante, además, desde la mayor humildad.
¿Cómo define a las hermandades?
—Son fundamentales; por su labor espiritual, por su labor caritativa… son núcleo gordiano en la sociedad y fundamentalmente en Ronda. Yo siempre comento con mis amigos que no hay cosa más seria que una hermandad.
Tenía apenas seis años cuando se hizo hermano de La Columna…
—Vivía en San Cristóbal en el año 1977 con mis padres; era un barrio joven, en expansión, y allí se incardinó esta hermandad. Mi padre influyó muchísimo en ese entroncamiento mío con las hermandades, y en concreto con esta hermandad, y yo ya veía cómo este germen, que empezó siendo muy pequeñito, gracias a unos jóvenes entonces fraguaron la idea de una gran hermandad. En ese barrio y en ese momento, en esa eclosión de la hermandad de La Columna, está mi germen cofrade y mi entroncamiento con esta hermandad en concreto.
¿Cómo es su hermandad?
—Es una hermandad abierta, receptiva, que integra a todo el que se acerca, y muy familiar.
¿En qué punto estima que se encuentra la Semana Santa rondeña?
—El momento es bueno, pero las hermandades son responsables, y siguen subiendo poco a poco peldaños. El punto álgido nunca se alcanzará, y eso provocará que las hermandades, siempre, estén motivadas y trabajando. En los últimos años, en todo caso, la evolución ha sido tremenda, y pese a lo complicado de estos tiempos, las hermandades siguen dando un servicio a la sociedad, ahora fundamentalmente en caridad o formación.
¿Cómo será el pregón?
—No tengo nada escrito aún. Pero confiaré en mi corazón. Sin tener un patrón definido, tengo claro que hay que transmitir un importante mensaje en torno a lo que nos mueve.
Que tenga mucha suerte...
—Muchas gracias.
