La bautizaron como la Corrala de las Luchadoras. Nueve madres solteras con diez niños a su cargo ocuparon en marzo del año 2013 un bloque de viviendas vacío en la barriada malagueña de la Goleta. Sin ingresos, sin trabajo y con situaciones familiares difíciles, las jóvenes no dudaron en meterse de forma ilegal para encontrar cobijo.
Ahora, tras casi dos años de negociación, ven luz al final del túnel. Están a punto de alcanzar un acuerdo con la entidad financiera propietaria del inmueble que les permitirá beneficiarse de alquileres sociales, como nos explica José Cosín, el abogado y miembro de la Asamblea Inter Corralas que ha intercedido por ellas.
Un acuerdo muy esperado que les garantizará un techo legalmente y que podría sentar un precedente. Y es que la de Las Luchadoras no es la única corrala malagueña. Ahora sueñan con que el estrenado 2015 les traigo trabajo para hacer frente a los gastos y continuar luchando por sus familias.