Sevilla celebra a lo grande hoy el único día festivo de su Feria de Abril y el real lo demuestra llenándose poco a poco hasta la bandera desde la hora del almuerzo para dar paso a una tarde en la que se espera que la afluencia de público abarrote las más de mil casetas instaladas.
El día amaneció nublado y algunos miraban al cielo con la preocupación de que cayera alguna gota, pero las nubes han ido desapareciendo a medida que se acercaban las horas más intensas de la feria, a partir de las cuatro o cinco de la tarde, para dejar una agradable temperatura que contribuirá sin duda al disfrute de todos.
Las calles del real se tornan en una pasarela en la que se suceden las mujeres con el traje de flamenca, los hombres vestidos "de corto" paseando a caballo y los carruajes sobre el albero que sirven de marco a la imagen más típica andaluza.
El festivo, que el Ayuntamiento traslada a la feria porque el 30 de mayo (San Fernando) cae en sábado, permite que sean muchos los niños que acuden hoy a la feria dispuestos a adentrarse en la Calle del Infierno, donde se encuentran todas las atracciones de la feria.
También son muchos los turistas extranjeros que pasean por el recinto, algunos de ellos con originales vestimentas con las que se supone que pretenden vestirse para la ocasión, véase hombres con camisas ajustadas de lunares o mujeres con trajes de flamenca que terminan en las espinillas para dejar a la vista sus sandalias.
El real mientras tanto luce el color dorado del albero bajo los farolillos, que este año son blancos y naranja, quién sabe si en un guiño del equipo de gobierno del PP a Ciudadanos, sobre todo porque como reza el nombre de la caseta que colinda con la de los populares sevillanos, "La cosa está mu mala".
Y es que el nombre de muchas de las 1.050 casetas que hay en la Feria de Abril da para hacer una radiografía de las situaciones que se pueden vivir esta semana en el real.
Desde "La tajá estable", que suele ser contradicción, hasta llegar al "Rescondrijo", podemos pasar por "El bache", visitar a "Los abstemios", "Los catavinos", a "Los del alpiste", "Los disfrutones" o a "La morralla", ya es cuestión de gustos.
También están "Los hipotecados", no se sabe si por lo que cuesta tener caseta en el ferial, los del "Arroz pa cuatro", "Los tímidos", y la caseta donde siempre está "El ciento y la madre".
Entre "selfie" y "selfie", quienes alargaron la noche de ayer hasta altas horas de la madrugada van pasando bajo la portada para entrar en otra nueva jornada bañada por el rebujito, esa mezcla de manzanilla y refresco de gaseosa, mágica para muchos, que se erige en protagonista.
De esta forma, la ciudad artificial en la que se convierte el real compite con la espectacularidad de una ciudad Patrimonio de la Humanidad, cuyas calles se vacían de gente, que combina por unos días la rutina diaria con los volantes y los lunares.
Por las tardes, el gran ambiente se traslada también por algo más de dos horas a la plaza de La Maestranza, donde famosos y personalidades se dan cita para asistir al espectáculo de los toreros que deleitan en el albero en las "corridas de farolillos".