La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, acompañado del cuarto teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, ha mantenido una primera toma de contacto con miembros de la junta directiva de la Asociación Comarcal de Autoescuelas de Jerez representada por los vicepresidentes Antonio Sáez y Ángel Bocarando, y el vocal Carlos Comendador.
La alcaldesa de Jerez ha expresado su apoyo a estos empresarios ante la propuesta de la DGT de trasladar los exámenes teóricos a Cádiz capital (posiblemente a partir del próximo 15 de agosto), ya que este hecho va supondría un perjuicio económico y social para estos empresarios de autoescuela, profesores, alumnos y la propia ciudad de Jerez. Mamen Sánchez ha anunciado que la próxima semana el grupo socialista en el Congreso va a pedir la comparecencia de la directora provincial de la DGT y de igual modo se va a enviar una carta la Dirección General de Tráfico de Madrid para expresar la oposición municipal a este traslado de los exámenes teóricos, que los empresarios entienden como la antesala para que en el futuro se ubiquen también en Cádiz capital las pruebas prácticas con los perjuicios económicos y elevación de costes que conllevarían para empresarios, trabajadores y los alumnos esta decisión de la DGT.
La regidora señala que “en Jerez se hacen exámenes de conducir desde el año 1979, y por supuesto no podemos perderlos, cuando además es una medida que se toma sin consenso y sin acuerdo. No estamos dispuestos a aceptar que los servicios públicos se encarezcan para el ciudadano ni se dificulten, la obligación de un responsable político es siempre acercar los servicios a los ciudadanos”.
La alcaldesa de Jerez ha manifestado a los empresarios que el Ayuntamiento está dispuesto a poner los medios necesarios para que la DGT mantenga las pruebas teóricas (ahora se hacen la Ciudad del Transporte) y, por supuesto, los exámenes prácticos en Jerez, como viene sucediendo desde 1979. Los empresarios de autoescuelas entienden que el traslado obedece a una falta de examinadores y que de producirse generaría un colapso en las instalaciones de Cádiz capital, ya que tan solo cuenta con 50 terminales. Los empresarios han recordado que Jerez acoge las pruebas, unas 500 a la semana, de una población cercana a los 450.000 habitantes entre la propia comarca jerezana y la Sierra, que son una fuente de ingresos que se perderían para la ciudad.