“Se levantaría él si pudiera y las afinaría”, decía Nacho García Vega, su primo y compañero en Nacha Pop, la banda que hizo una de las propuestas más exquisitas de la movida madrileña y en la que Antonio Vega comenzó, como cantante y compositor, una andadura que dejaría clásicos imborrables para el pop español como La chica de ayer.
Nacho García Vega fue uno de los primeros en acudir a la capilla ardiente instalada desde la una de la tarde en el Palacio de Longoria, sede de la SGAE, a cuyas puertas cientos de admiradores y seguidores hicieron cola para dar el último adiós al compositor fallecido en Madrid.
Recibió al féretro junto al presidente de la SGAE, José Luis Borau, y también a la familia de Antonio Vega, en cuyo nombre dio las gracias a los medios de comunicación que se agolpaban a las puertas del edificio “por expandir lo que él era y lo que supone haberle perdido. Nos acordaremos toda la vida de ese tío grande que se ha salido con la suya”.
Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Nacho Cano, Lolita y Rosario Flores, Ramón Arroyo, de Los Secretos, Nacho y Javier Campillo, Ismael Serrano, Ñete (batería original de Nacha Pop), Teo Cardalda, Soledad Giménez, el Gran Wyoming, Carlos Jean, Massiel y Antonio Carmona fueron algunos de los muchos músicos que se acercaron a despedir a Antonio.
También lo hicieron la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien destacó que Antonio Vega fue uno de los personajes que ha mostrado “la utilidad de la música para la renovación de una país y de una juventud”.
“Ha sido seminal en muchos aspectos. Su trabajo queda y queda más que su música, queda otra forma de entender la realidad y de vernos a nosotros mismos”, subrayó.
La ministra, como la viceconsejera de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, Concha Guerra, abrieron las puertas de sus respectivas administraciones para apoyar cualquier homenaje al músico, que, según el productor musical Miguel Ángel Arenas Capi, desde hacía tres semanas estaba preparando un disco que representaba para él “un reto muy especial”.
También abrió las puertas a un homenaje Eduardo Bautista, presidente del Consejo de dirección de la SGAE y productor del primer disco de Nacha Pop.