La Fiscalía va a solicitar penas que suman 14 años de cárcel para un hombre acusado de agredir sexualmente en dos ocasiones a su pareja sentimental después de que ella le expresase "su deseo de dejar la relación".
El Ministerio Público, al margen de la pena privativa de libertad, solicita que se le imponga la medida de libertad vigilada por otros 14 años para que no pueda acercarse a la víctima a menos de 200 metros ni comunicarse con ella.
A.D.H., quien será enjuiciado en octubre en la Audiencia Provincial de Almería, está procesado como presunto autor de un delito de agresión sexual y otro de abusos sexuales, por los que hace frente a una indemnización de 12.000 euros.
El escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, recoge que el acusado y la víctima mantenían una relación de pareja desde hacía "un año y medio" cuando se produjeron los hechos.
El primer ataque se registró supuestamente cuando ambos estaban pasando unos días de vacaciones en una casa rural de un municipio del interior provincial.
El fiscal indica que ella le manifestó "su deseo de dejar la relación" y que A.D.H. "se puso histérico y le exigió mantener relaciones sexuales", a lo que la víctima se negó.
Entonces, "guiado por un ánimo libidinoso", la habría empujado desde el salón del cortijo hasta el dormitorio, le habría quitado la ropa e inmovilizado con unas esposas para consumar la agresión entre amenazas. Posteriormente, él depuso su actitud debido los "gritos y las patadas" de ella.
El escrito del Ministerio Público recoge que, un mes después, el procesado se personó en el domicilio al que ella se había mudado a otra provincia andaluza "pese a --remarca-- que la víctima le había dicho en numerosas ocasiones que la relación entre ambos se había acabado".
Asegura que la mujer, "ante el temor fundando por si volvían a ocurrir los mismos hechos", accedió a que se quedara. Entonces, según continúa el relato, A.D.H. habría insistido, "negándose en todo momento ella", en que "comieran juntos, en prepararle un baño o en darle un masaje".
El fiscal sostiene que, en un momento dado, y aprovechando que se había ido a la cama a dormir "un rato", el procesado volvió presuntamente a abusar sexualmente de la víctima y sólo depuso su actitud "cuando se puso a llorar pidiéndole que parara".
