La lucha de los padres jerezanos afectados por los problemas de escolarización en los colegios concertados de Jerez sigue originando capítulos que llegan a desesperar a estas familias. Se quejan de la “doble vara de medir” de la Junta a la hora de aplicar la normativa y adjudicar las vacantes tirando o no de los supuestos recogidos en el proceso ordinario o extraordinario de escolarización “según les convenga”. Así lo denuncia un padre que, de momento prefiere dar iniciales, M. R.G, por ser trabajador de la administración pública. Ni sus medidas cautelares ni su solicitud de reagrupación familiar tramitadas para que su hijo entrara en 3º de Primaria en Nuestra Señora del Pilar, donde estudia su hermana pequeña, han prosperado.
Ahora el menor de 8 años está en el CEIP San José Obrero y su hija de seis en El Pilar. Lo que más le indigna es el modus operandi de la Junta, ya que entiende que la “falta de una normativa”, las decisiones “aleatorias” adoptadas y la “concatenación de errores” reconocidos han dejado a su hijo a las puertas del centro donde estudia su otra hermana.
Lo suyo es una larga historia con puntos de inflexiones importantes desde el verano, cuando se opuso a la resolución de reagrupación familiar favorable para el CEIP San José Obrero. El mismo colegio donde luego le llegaron a decir, y así consta en un escrito del centro, que no había plaza para 1º de Primaria (el curso que debería estudiar su hija si era trasladada desde Los Marianistas para estar con su hermano, que pasaba a 3º).
El nombre de su hijo, mientras tanto, estaba el segundo en la lista de espera para entrar en Los Marianistas, la opción por la que tanto ha luchado pero desde el primer momento en Planificación le denegaron su solicitud de reagrupación aludiendo a que no había plazas. El problema, como expone, es que sí las había, después de que los padres de un alumno matriculado en 3ºde Primaria tramitara un expediente de flexibilización por alta capacidad intelectual para pasar directamente de 2º a 4º de Primaria.
Si se hubiera realizado “en tiempo y forma” esa plaza no se hubiera computado y su solicitud de agrupación familiar hubiera salido adelante. Esa plaza en El Pilar finalmente, según narra, se desbloquea el 11 de septiembre -un día después del inicio de las clases-. Le avisan desde el propio colegio, hasta donde acude a entregar un anexo pidiéndola, y donde no se lo recepcionan “por indicaciones del servicio de Planificación”.
Por orden de solicitud
Sí pudo entregarlo ese mismo día en el edificio de la Junta de El Mamelón y luego se trasladó al servicio de Planificación en Cádiz para reunirse con el responsable. No hubo forma y el propio vigilante de seguridad le dijo que no le iban a atender. Regresó el lunes 14. Allí le advirtieron que su hijo, que estaba el número 2 en la lista de espera, no entraría a menos que renunciara el número 1. Él mismo contactó con los padres del primer suplente. Todo ello pese a que, como contempla la ley, en periodo extraordinario la lista de espera deja de tener vigencia por lo que cuenta la orden de solicitudes. En este caso M. R.G. él la pidió el día 11 y la otra familia el 22, aludiendo también reagrupación familiar. Estos últimos se hicieron con la plaza.
El menorse incorporó a clases días más tarde. Estudiaba en La Josefina, es decir, en la acera de en frente a Los Marianistas. En el caso de la familia denunciante, son casi seis los kilómetros que separan al San José Obrero del colegio de su hermana. “A mí por reclamar, ley mordaza; han ido contra mí”, manifiesta indignado. Ha acudido al Defensor del Pueblo.