El objetivo es que de las 118 casas de unos 45 metros cuadrados de superficie que existen en la actualidad se pase a 203 de unos 70 metros cuadrados. El alcalde, José María Román, garantizó este martes, durante la presentación del proyecto a los medios de comunicación, que los vecinos no tendrían que asumir ningún coste, dado que la mayor parte de la operación urbanística se sufragaría con los ingresos obtenidos por la venta de las 85 nuevas viviendas que se obtienen, los garajes excedentes y los locales comerciales.
Según exponen desde el equipo de Gobierno, esta actuación persigue “varios y codiciosos fines”. En primer lugar dotar de unas viviendas mucho más amplias, modernas y totalmente nuevas a las más de cien familias que viven en esta popular barriada de la localidad, de más de 50 años de antigüedad. Además, gozarán de un entorno mucho más atractivo que el actual, con servicios complementarios como garajes, locales comerciales, entre otros.
Construcción
En segundo lugar, la ejecución de este proyecto ayudará a reactivar el sector de la construcción, pues las obras se prolongarían durante bastantes meses y darían empleo a decenas de trabajadores. Asimismo se favorecería a empresas estrechamente relacionadas con este sector, como las de transportistas, materiales de construcción, de sanitarios, azulejos, etcétera.
El alcalde chiclanero tiene previsto reunirse con los vecinos de la barriada para trasladarles todos los pormenores de la iniciativa, como son las características de las nuevas viviendas que se construirán, el nuevo diseño de la barriada, etcétera.
Consenso
El regidor explicó que la actuación sólo se llevará a cabo con el consenso de los actuales residentes en la zona. “Se hará sólo si los vecinos lo quieren. De todos modos se trata de una propuesta abierta que habrá que debatir”, explicó.