Los responsables de la empresa municipal Madridec y los socios de la promotora Diviertt se han enzarzado hoy en un cruce de acusaciones por la responsabilidad de la seguridad interior del Madrid Arena y todos ellos han negado dar la orden de abrir el portón por el que se colaron 3.000 personas que hacían botellón fuera del recinto.
En la tercera sesión del juicio por la tragedia del Madrid Arena han declarado el director general y número 2 de Diviertt, Santiago Rojo, el jefe de personal y número 3 de la promotora, Miguel Ángel Morcillo, y Francisco del Amo, que era coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madrid Espacios y Congresos (Madridec).
Las acusaciones y desmentidos entre los acusados sobre las competencias y responsabilidades en materia de seguridad han protagonizado la jornada en la que todos han negado dar la orden de apertura del portón que, según el escrito de la Fiscalía, acordaron Del Amo y Rojo.
"No he dado esa orden porque nadie en ningún momento de la noche me pide que se abra el portón de cota 0", ha dicho Del Amo, que ha insistido: "Yo no puedo decir a nadie que abra el portón 0".
Y ha precisado que en caso de que alguien se lo hubiera pedido, lo habría hablado con Rafael Pastor (director de departamento de seguridad de Madridec) y el promotor del evento, Miguel Ángel Flores.
De esta forma, Del Amo ha tratado de desmentir a Santiago Rojo que previamente ha señalado al coordinador de Madridec como el responsable de la apertura del portón por el que se colaron más de 3.000 personas en apenas veinte minutos coincidiendo con el inicio del espectáculo de Steve Aoki.
"Oí a Del Amo decir que iba abrir el portón. No le oí más detalles", ha explicado Rojo tras negar que fuera él quien diera la orden.
Rojo ha querido dejar claro que no tenía autoridad para mandar abrir esa puerta. "Por supuesto que no, no tengo autoridad para abrir el portón, ni para mandar sobre Seguriber porque Madridec gestiona el edificio, nosotros solo somos clientes finales".
Ya de forma más genérica, Rojo no ha dudado en apuntar a Madridec como la responsable de la seguridad tanto exterior como interior de todos los eventos del Madrid Arena por medio de Seguriber, contratada por la empresa municipal. Su socio no se ha salido del guión.
Tanto es así que Morcillo ha asegurado haber visto a vigilantes de Seguriber vestidos de uniforme en el interior, de cuya seguridad se encargaba Kontrol 34, la empresa contratada por Diviertt.
Por el contrario, Del Amo ha tratado de corregir a los acusados de Diviertt al destacar que "Madridec siempre entendió que Kontrol 34 llevaba la seguridad interior del recinto". Incluso ha subrayado que "Diviertt no quería nunca a personas de Seguriber en sus eventos".
Incluso ha manifestado que Flores podía dar órdenes a Seguriber porque en realidad quien les paga, ha precisado, es Diviertt.
A las acusaciones entre ambas empresas por la apertura del portón y la seguridad interior, se ha unido también la polémica por la situación de las barras de bar que bloqueaban los vomitorios (ocho en la pista central) que servían de vías de evacuación.
El jefe de personal de Diviertt ha negado que las barras de bebidas que él supervisaba bloquearan las salidas de emergencia, como le acusa el fiscal. "Monté las barras como me pidió la empresa", ha dicho.
"La empresa me manda planos para montar barras con los empleados de mantenimiento", ha explicado Morcillo. Es más, ha precisado que "Madridec y Delegación de Gobierno comprobaron las barras y estaban bien". Del Amo ha admitido que estuvo presente en la visita tras verse en un vídeo proyectado al término de la sesión.
Este último no ha hecho mención de las barras pero sí de los vomitorios que supuestamente estaban bloqueados por estas, aunque para desmarcarse de su cierre. "De ocho vomitorios, dejar dos abiertos es una barbaridad", ha aseverado, en una crítica a la Diviertt.
Los tres tan solo han coincidido en reconocer que no hubo una reunión con Seguriber ni con la Policía Municipal para tratar sobre la seguridad del evento, si bien Del Amo ha hablado de un encuentro con Flores el 26 de octubre para discutir el aforo del recinto y, en concreto, el número de vigilantes.
Y aquí llega otra nueva acusación de Madridec: "Flores pidió reducir costes y quitar vigilantes que no eran para su evento", ha señalado. Se eliminaron cuatro vigilantes y perros.
Por cierto, Del Amo ha defendido que, al contrario de lo que ayer aseguró Flores, se exige siempre un servicio medico y un número de ambulancia en función del número de asistentes.