La Policía Judicial no ha encontrado ningún dato relevante que permita encontrar el cuerpo de la menor Marta del Castillo, asesinada en enero de 2009 en Sevilla, en las 600 horas de conversaciones que recogió un supuesto confidente, al que agentes policiales calificaron como "delincuente".
Las conversaciones fueron entregadas por el supuesto confidente, al que la Policía también reprochó que solo les ofrecía "paparruchadas", en el juzgado de instrucción 4 de Sevilla, que mantiene una pieza abierta para la búsqueda del cuerpo de la menor.
Tras recibir las grabaciones, el juzgado las remitió en octubre pasado a la Policía Judicial para que las examinara.
Una vez analizadas las conversaciones, la Policía Judicial ha respondido al juez Francisco de Asís Molina que no existe ningún dato que ayude a localizar a la joven asesinada por Miguel Carcaño, que confesó el crimen, han informado fuentes judiciales.
El juzgado ha remitido la información recibida por la Policía Judicial a la Fiscalía de Sevilla, por lo que la búsqueda de los restos de Marta del Castillo queda a expensas de nuevos datos que permitan abrir otras líneas de investigación, según las fuentes.
Las 600 horas de conversaciones las habría recogido un supuesto confidente del entorno del Cuco, el menor que fue condenado por encubrir el crimen, y que acudió al juzgado en octubre pasado, lo mismo que Antonio del Castillo, el padre de Marta.
En esas grabaciones, según el padre de la menor, se aporta una nueva versión de los hechos que no ha sido secundada por la Policía, la Fiscalía ni por el juez.
El padre de Marta del Castillo dijo que las grabaciones podían "recoger el nombre de personas que saben dónde está el cuerpo de mi hija Marta y delitos que no han sido juzgados, como por ejemplo un delito de encubrimiento por alguna persona que no ha sido juzgada, o de amenazas a un menor que tampoco ha sido juzgado".
En enero pasado, el juez de lo penal 10 de Sevilla condenó al supuesto confidente y a los padres del Cuco a una multa de 2.520 euros a cada uno de ellos por quebrantar la orden de alejamiento de la familia de Marta del Castillo.
El juez consideró culpables a Rosalía García Marín y Ángel Romero Cid, padres del Cuco, y a Pablo Bonilla, el supuesto confidente al que la Policía calificó de "delincuente" en el juicio celebrado la semana pasada, en el que también dijo que solo les ofrecía "paparruchadas".
El juez rebajó la multa que pedía la Fiscalía para cada uno de ellos, que se elevaba a 6.480 euros, porque consideró que en este caso se han producido dilaciones indebidas, ya que el quebrantamiento de la orden de alejamiento de 50 kilómetros de la familia de Marta del Castillo ocurrió en noviembre de 2010, y el caso no se juzgó hasta enero de 2016.