Desde las alturas, en una terraza de Torremolinos se vislumbran los dominios de Romano. Delincuente de carrera y de profesión convertido con el paso de los años en el Rey mafioso del litoral malagueño, donde impone su ley a base del miedo. Esta es la atmósfera que ha creado el
director Kike Maillo en su segundo largometraje. Una larga espera tras su opera prima "Eva" que consiguió 12 nominaciones y tres galardones en los Goya de 2011.
Toro se presenta como un thriller de acción que cuenta con la participación de Mario Casas, Lluis Tosar y José Sacristán en un relato frenético que transita los paisajes y las carreteras de la costa andaluza. El filme da el pistoletazo de salida a la semana de cine en Málaga, aunque lo hará fuera de
concurso. Una historia que transcurre en 48 horas. Dos hermanos se reencuentran después de
cinco años. Uno ha estado en la cárcel. El otro ha robado a un peligroso perista y ahora huye
junto a Diana, su hija pequeña. Los tres emprenden un viaje por una Andalucía violenta, mítica,
agreste y salvaje. Un viaje en el que aparecen las viejas heridas del pasado y en el que los
hermanos se ven obligados a reconciliarse para salvar la vida.
Aunque la acción preside la película (Mario Casas ha rodado un 85 por ciento de estas escenas
sin especialistas), el director ha buscado “espacios en los que personajes puedan parar y
encontrarse a sí mismos” Para Tosar, la película es “el reverso de la moneda de un país que nos resulta muy familiar, crea una historia muy pegada a la realidad, todo está materializado en una España rancia pero que avanza". El actor afirmaba que los personajes responden a la realidad de "esos tíos que vemos en los informativos”. La película podrá verse esta noche en la gala inaugural del festival donde tras un año de espera las estrellas volverán a desfilar por la alfombra roja.