Los trabajadores del Ayuntamiento de los departamentos municipales de Recursos Humanos e Infraestructuras tuvieron ayer algún que otro problema para incorporarse a su actividad y no precisamente porque se les durmieran las sábanas tras el puente. En las dependencias de la calle Caballero la cerradura de la puerta principal amaneció con silicona, lo que impidió que no comenzaran a trabajar hasta una hora y pico más tarde de su horario, mientras que en Infraestructuras las cadenas en las puertas también retrasaron el inicio de la jornada laboral todavía más tiempo.
Estos episodios no eran casualidad, pues después de muchos aplazamientos ayer fue el primer día en el que el Ayuntamiento comenzó a aplicar la ampliación de la jornada laboral semanal de 35 a 37,5 horas y media para dar cumplimiento al plan de ajuste aprobado el pasado mes de abril. Esta medida, que incluye también un nuevo cuadro horario para el que no ha habido acuerdo, busca el ahorro reduciendo las pagas extras, la compra de libranzas y las productividades. Ayer, en el día de la entrada en vigor de este incremento de la jornada laboral en el Consistorio, la alcaldesa, Mamen Sánchez, defendió por enésima vez la “legalidad” de esta medida y recordó que esta fue aprobada por el anterior Gobierno local del PP en Junta local de Gobierno.
“La ley dice que el personal de las administraciones públicas tienen que trabajar 37,5 horas semanales..médicos, enfermeros, maestros lo están haciendo y en Jerez el personal del Ayuntamiento lleva cuatro años sin hacerlo”, manifestó. En este sentido, la regidora socialista reiteró la flexibilidad que dará el Ejecutivo local para cumplir los nuevos horarios en cada departamento municipal conforme a las necesidades e intereses para la conciliación laboral y familiar, así como la “libertad de criterios” que habrá en cada área. Asimismo, Sánchez recordó que la materialización de esta ampliación de la jornada es una “fórmula” planteada a Hacienda “para no hacer recortes excesivos” y aseguró que “los que ahora ponen problemas” (por los sindicatos díscolos) “son los que aprobaron ese horario laboral”. “No pedimos más solo que se cumpla con una legislación y un horario laboral”, concluyó, tras resaltar, en alusión a las incidencias de la mañana, la “libertad” que tiene cada trabajador de que “no le impidan ir a trabajar y se le cierren sus puertas”.