Los diputados del PSOE e independientes del Grupo Socialista que rompieron la disciplina de voto y dijeron 'no' a la investidura del líder del PP, Mariano Rajoy, han respondido al procedimiento abierto por la dirección defendiendo que votaron en contra "por razones de conciencia" y defienden que en su posición les asiste el artículo 67.2 de la Constitución, que estipula que los miembros de las Cortes Generales no están ligados por mandato imperativo.
Después de que los siete diputados del PSC que se desmarcaron del Grupo en la investidura dieran sus explicaciones el mismo día en que se inició el procedimiento sancionador, los otros ocho parlamentarios del Grupo Socialista que no se abstuvieron han presentado este lunes sus alegaciones, que fundamentan en seis puntos.
En su respuesta al presidente del Comité de Disciplina, el conquense Luis Sahuquillo, los diputados insisten en que consideran que en esta votación "excepcional" el Grupo debería haber permitido la libertad de voto por razones de conciencia que contempla el reglamento interno y defienden que mantuvieron su 'no' por el compromiso adquirido en dos campañas electorales.
Además, defienden que no han causado "ningún daño al PSOE" con su decisión, "ni un ataque a su programa y valores", y dejan clara su voluntad de "continuar trabajando en el seno del Grupo Parlamentario Socialista, en las responsabilidades y comisiones" que se les hayan asignado.