El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha lamentado que la ideología de género trate de imponerse como ley en la educación de los niños y ha considerado que "hay una patología detrás de eso", además de "una cortedad y una torpeza de la inteligencia".
Durante la última homilía que ofreció en la Catedral, cuya transcripción recoge la página web de la Archidiócesis de Granada, el prelado recordó las palabras de un sacerdote amigo en las que le decía que Cristo había venido a enseñar a distinguir "una patata de una rosa y un hombre de una mujer".
"Pienso ahora mismo en todas las implicaciones de la ideología de género, que además trata de imponerse como ley en la educación de los niños. Hay una patología detrás de eso. Hay una cortedad y una torpeza de la inteligencia", reflexionó el arzobispo.
Según Martínez, los seres humanos son "iguales en dignidad" pero no son "intercambiables más que para los intereses del mercado, y del Ministerio de Hacienda".
"En la vida real somos iguales en dignidad, hermanos y compañeros (...) Pero, en todo lo demás, no reaccionamos igual, no pensamos de la misma manera. Pero hasta eso, perdemos el contacto con lo natural y una ideología puede enseñarnos las cosas más inverosímiles", añadió.
El arzobispo sostuvo además en su intervención que es posible el amor entre el hombre y la mujer no como una "pasión de luchas de poder" o de usar al otro para satisfacer necesidades afectivas, sexuales, del tipo que sean, sino "deseando que el otro, que es diferente, que la otra, que es diferente, pueda cumplir su vocación, su participación plena en la vida de Dios".