Descabalgado el pasado jueves como juez ponente en el salto al banquillo de la pieza política de los ERE, el juez Pedro Izquierdo ha optado por bajarse en marcha en otros dos de los casos que también salpican a la Administración andaluza. En un escrito fechado este lunes y difundido por el TSJA, el magistrado se autoexcluye de las causas de la formación y la de los avales alegando que la interpretación que hizo la Audiencia Provincial de Sevilla la pasada semana para apartarle del que exigirá responsabilidades a Manuel Chaves y José Antonio Griñán es “tan amplia” que podría también empañar su labor en el resto.
Izquierdo ha intuido que si su pasado como secretario general para la Justicia en Andalucía entre 2008 y 2014 ha sido un muro para continuar en el caso ERE igualmente lo será en los otros que persiguen a la antigua cúpula del Gobierno andaluz. Así, antes de volver a ser recusado decide tirar la toalla y dejar paso a otro compañero.
En el caso de la pieza política fue recusado por el PP y por Manos Limpias al entender ambos que haber ejercido cargo público bajo orden de los expresidentes no garantizaba su imparcialidad a la hora de resolver sobre ambos o sobre integrantes de sus ejecutivos.
La decisión no es casual. Izquierdo debía resolver de forma inminente el recurso que el PP presentó contra el archivo de otra de las causas políticas, esta vez la de la formación. Los populares redoblaron su órdago y también le recusaron con idéntico argumento: si fue elegido por un Gobierno socialista no puede decidir sobre el futuro de quienes lo dirigieron. Esa pieza fue archivada en octubre por la jueza Núñez Bolaños, pero el PP se negó a darle carpetazo al asunto y protestó en forma de um recurso sobre el que Izquierdo ya no decidirá.
Pese a su abstención voluntaria en la resolución de los recursos que quedan pendientes, el juez deja un apunte en su escrito. Recuerda que ha participado en el esclarecimiento de otros tantos vinculados a la causa de la formación desde 2015 y que nadie protestó contra su presunta parcialidad en la causa.
Del sorteo al adiós en sólo tres meses
El azar determinó que la sección de la Audiencia de Sevilla a la que pertenece Izquierdo se encargase de enjuiciar a Chaves, Griñán y a los otros 20 exaltos cargos procesados en la pieza política de los ERE. Un segundo sorteo le elevó a juez ponente. El PP tiró de suspicacias y dudó de su imparcialidad. Él siempre lo negó, pero la Audiencia aceptó la recusación y le apartó. Ahora también deja las otras dos causas.