Cruz Roja decidió en la tarde noche de este lunes trasladar al Albergue Inturjoven a los migrantes que atendía en el pabellón Kiko Narváez, por donde a lo largo del día pasaron un total de 31 personas, de manera que nadie tuviera que dormir en las camillas instaladas en la cancha del recinto deportivo.
Finalmente han sido 55 personas, aproximadamente, las que se encontraban en el albergue juvenil, donde durante este lunes se atendió a unos 70 migrantes, facilitando progresivamente sus traslados a otros puntos de España.
Según se apuntó en la tarde de este lunes, estaba previsto que para este martes terminase la estancia de inmigrantes tanto en Jerez como en Algeciras, aunque la nueva oleada de llegadas de este lunes no permite garantizar que vaya a ser así durante el martes.
Andrés Ramírez, director provincial de Socorrismo y Emergencias de Cruz Roja, destacaba desde el Kiko Narváez que “Jerez es una ciudad muy solidaria y es muy importante para que el funcionamiento de Cruz Roja sea lo más efectivo posible”, aunque también apuntaba que esta nueva apertura del pabellón deportivo iba a ser “algo puntual”, después de que el dispositivo se desinstalara el viernes para volverlo a reactivar el sábado pasado.
Ramírez señalaba a las cámaras de Ondaluz Jerez TV que los migrantes a los que están atendiendo “están agradecidos, con ilusión, ya que es una nueva etapa en su vida y tienen por delante un proyecto ilusionante para ellos”.
No obstante, la llegada masiva de inmigrantes que se viene produciendo desde el fin de semana, con más de un millar de personas rescatadas, está desbordando a las instituciones y colectivos que los atienden en la provincia. La Policía Nacional, por cuyas comisarías pasan todos los inmigrantes rescatados, está desbordada, según han informado fuentes policiales. En el caso de los inmigrantes marroquíes, en virtud del acuerdo entre España y Marruecos, la devolución es más rápida. En cambio, con los inmigrantes de países subsaharianos el proceso es más complicado, ya que depende de si las personas solicitan asilo o refugio, además de poder determinar incluso su nacionalidad, algo que no siempre es posible. Estos trámites también han provocado la saturación en los juzgados de la provincia, en especial en Barbate.