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Última Columna

La política siempre incoherente

al menos una vez podríamos mirar las caras de nuestros niños pensando que como país al menos no hemos colaborado con los tiranos a masacrar a los pueblos

Publicado: 01/11/2018 ·
23:37
· Actualizado: 01/11/2018 · 23:37
Autor

Rafael Fenoy

Rafael Fenoy se define entrado en años, aunque, a pesar de ello, no deja de estar sorprendido cada día

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En este blog se pretende compartir análisis, reflexión y algo de conocimiento contigo persona lectora

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            Ser coherente supone sostener un mismo discurso en distintos contextos. Sería justo que quienes piden el voto, una vez obtenido el poder, mantenga lo prometido, lo enunciado, lo defendido. Pero casi siempre, por no faltar a la absoluta verdad, aquellas personas que se dedican a vivir de la política exponen discursos sobre asuntos que después no mantienen, e incluso hacen todo lo contrario a lo que decían harían de ser votados. Y es que, bien por ignorancia, osada siempre, o peor aún por malicia, por engaño consciente, prometen al electorado cosas que no se concretan nunca. Muchísimo peor cuando se dice que se hará algo y se hace todo lo contrario.

            Ejemplos palmarios de esto a cientos. Últimamente dos, y bien notorios. El primero, y por partida doble, afecta a la venta de armas a Arabia. Primero porque no sólo el PSOE sino una ley obliga a España  a no vender armas a países que conculquen los derechos humanos (caso evidente del Estado Árabe). Segundo se consiente el chantaje del gobierno Saudí, que amenaza con fastidiar los beneficios de grandes empresas privadas españolas, no sólo navales, o industrias armamentísticas, sino también a las grandes constructoras de infraestructuras,  como el tren de alta velocidad que unirá la Meca con Medina. Los políticos españoles se han tenido que tragar (y hay que tener una gran tragadera), eso de que España es soberana y toma sus decisiones al margen de chantajes internacionales. Sólo por amor propio o amor a la “patria” (el que muchos políticos dicen tener) España debería haber roto relaciones de todo tipo con esa dictadura Saudita. Porque no se pude ser amigo de quienes asesinan, esclavizan a la población y además mantienen segregadas a toda la población femenina. Sugerente informe de Amnistía Internacional.

            Llama la atención como la “ética” política (si es que existe) se disuelve en un conjunto de consideraciones de oportunidad “política”. Esto de que España haga lo que potencias extranjeras decidan es algo que a lo largo de su larga historia se ha repetido hasta la saciedad, de suerte que los verdaderos intereses del pueblo español siempre se han subordinado a los dictados de los estados poderosos del momento, o a los intereses inconfesables de las grandes fortunas que han hecho negocios de sangre siempre que han podido.

            La posición española y en esto el PSOE es quien debe aguantar la vela, no puede ser otra que los de no vender armas a la dictadura real saudí. Esto supone sólo y exclusivamente que el gobierno de turno tiene que ingeniárselas para que quienes trabajan en las industrias afectadas no se vean perjudicados. De hecho por cumplir con imposiciones de Europa, España ha realizado numerosas reconversiones: naval (colea Sestao), industrial del carbón (aún tiritan en las cuencas mineras), pesquera (flotas desahuciadas)… O ¿es que no se han vivido situaciones excepcionales en este país desde hace décadas? El argumento de que otros le venderán armas a Arabia supone poner en evidencia que los enemigos de los derechos humanos y de la libertad no cejan en su empeño. Con este inmoral argumento  hay quien puede dormir tranquilo.  De ser coherentes al menos una vez  podríamos mirar las caras de nuestras niñas y niños pensando que como país al menos no hemos colaborado con los tiranos a masacrar a los pueblos.

Fdo Rafael Fenoy Rico

 

 

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