Después de que el juicio fuera suspendido ayer tarde por cansancio psicológico del acusado, quien rompió a llorar en la sala, De Santos pronunció ayer sus últimas palabras ante el jurado, entrecortadas por la emoción y con los ojos llorosos.
El fiscal rebajó a 3 años y medio la petición de cárcel para el ex concejal, que está acusado del uso ilícito de una tarjeta de crédito de la Empresa Municipal de Obras Públicas (EMOP) con la que, entre 2005 y 2007, realizó presuntamente pagos en clubes de alterne de Palma por un valor de 52.583 euros.
Entre sus declaraciones ayer ante el Tribunal, De Santos ha reiterado su arrepentimiento ante un caso que según ha dicho, lo ha vivido “engañado” por su adicción a las drogas, un “vicio” que pensó que “podía dejar” pero no pudo.
Ante esta situación el acusado, en su derecho a defenderse con su última palabra, también alegó ante el jurado popular que su “verdad es sincera porque se basa en hechos reales” ya que su “voluntad” nunca fue la de apropiarse dinero público, que devolvió.
Tras suspenderse el martes el juicio, ayer el abogado de la defensa, José Ignacio Herrero, criticó al Ministerio Fiscal señalando que “no se juzga a una persona, sino que se juzgan unos hechos”, declaraciones que, ha puntualizado, las hace después de que ayer el fiscal manifestara ser “una persona imparcial”.
El abogado de la defensa, alegó que quizá De Santos “iba más ciego que un piojo cuando los firmó” y “eso no quiere decir que no las reconozca”.