Después de tres empates sin goles consecutivos en casa, contra Argentina, Bolivia y Colombia, Dunga había comenzado a recibir críticas, que se pudieron escuchar en la reinauguración en Gama del estadio Walmir Campello Bezerra, conocido como Bezerrao cuando el portugués Danny abrió la cuenta con apenas cuatro minutos de partidos disputado.
Afortunadamente para el técnico y también para el resto, Luis Fabiano apareció cuatro minutos después para volver a poner las tablas tras jugada de Robinho, que se aprovechó de un error de Pepe, y puso el 2-1 en el 25 tras jugada de Kaká, resultado con el que se llegó al descanso.
Con la afición todavía expectante, el partido se revolucionó con cuatro goles en apenas diez minutos de juego en la segunda mitad.