Estamos a final de legislatura, y ayer se celebró el penúltimo de los plenos, donde se abordó como tema más interesante la retirada de la moción del partido popular acerca del tema del cambio de fecha de la Goyesca, en la que se solicitaba a la Junta a que no autorizase la corrida sino cumplía con todos los requisitos administrativos.
Los populares han argumentado que lo han hecho porque en estos momentos la Junta de Andalucía y el propio empresario Francisco Rivera están negociando para llegar a una solución.
Otro de los temas que se abordaron fue la negativa del Plan Director de la Garganta del Tajo donde se desestimaba la construcción de la pasarela, que aunque no era un punto del día, salió a colación a raíz de la solicitud de la renovación como Municipio turístico. A este respecto el portavoz Antonio Marín Lara fue muy crítico con los técnicos de la Junta que había rechazado el proyecto.
También se procedió a liquidar el presupuesto del 2018, donde se señaló que cumplían con el principio de estabilidad presupuestaria establecido por el Gobierno, y en la fase de dación de cuentas se aprobaron las bases para disolver la sociedad de comunicación del Ayuntamiento. El delegado de Hacienda Álvaro Carreño aclaró que se respetarían los puestos de trabajo que en la actualidad cuenta con cuatro trabajadores.
Ya en ruegos y preguntas de nuevo los vecinos de la urbanización del Rosalejo denunciaron su situación, y tras un debate que no conducía a nada la alcaldesa invitó a los representantes vecinales a una reunión en el Ayuntamiento con el delegado de urbanismo Francisco Márquez y los arquitectos municipales.
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