Con mucha rabia y sentimiento llegó la comparsa de El Puerto de Santa María a entonar una potente presentación sobre las tablas del Gran Teatro Falla en su pase de Cuartos de Final.
Los pasodobles fueron dedicados al flamenco, aprovechando para destacar algunas de las voces más ilustres y rematando con Rosalía, que no gusta, y para la campana de los sueños y las donaciones de Amancio Ortega. Los cuplés, para las salidas procesionales y para la cumbre del clima.
El popurrí tuvo una mejor afinación que en preliminares, pero lo tenrán difícil.