Agentes de la Policía Local de Sevilla, dentro del operativo de control del ocio nocturno que se desarrolla cada fin de semana, han acometido durante el comienzo del puente por la jornada festiva del Día de Andalucía un total de 48 inspecciones en establecimientos con un saldo de 16 expedientes sancionadores, formulando además 38 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública, toda vez que recientemente la Asociación de Empresarios avisaba de supuesta inacción frente a la práctica del botellón.
Entre las intervenciones destaca la realizada la pasada madrugada, cuando los agentes desalojaron y precintaron un local en la calle Secoya, en el Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, por incumplir gravemente las medidas de seguridad y vender bebidas alcohólicas a menores de edad. El establecimiento estaba celebrando una fiesta con 72 personas en el interior, en su mayoría menores de edad y con la persiana metálica bajada, extremo crítico en caso de tener que evacuar el establecimiento ante una emergencia.
Durante la inspección, los agentes pudieron comprobar cómo los menores podían consumir bebidas alcohólicas, incumpliendo así la normativa en vigor. Por otro lado, la actividad no presentaba licencia de apertura ni póliza de seguro de responsabilidad civil. Así las cosas, sobre las 3,00 horas, los agentes procedieron al desalojo y precinto de la actividad.
"Es inexplicable cómo los algunos responsables de actividades de la hostelería ponen en riesgo la seguridad de sus clientes con actuaciones como esta", ha afirmado el concejal de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, que recientemente hacía frente verbalmente a las críticas de los empresarios de la hostelería por el precinto de no pocos bares. "La Policía Local continuará con esta labor inspectora y preventiva de situaciones de riesgo y de salvaguarda de los derechos de los clientes, así como para proteger el derecho al descanso de los vecinos", ha añadido el delegado.
Además, sobre las 23,15 horas de la última noce, agentes de Policía Local denunciaban a un bar de la calle Vergara, junto a la iglesia de San Marcos, por tener instalados un número muy superior de veladores al autorizado. Tras la actuación, en la que denunciaron otros incumplimientos, la zona quedó libre de veladores.
