Francisco Serrano deja de ser el presidente del grupo parlamentario de Vox. Dice adiós a su cargo y al partido que le dio la oportunidad de abrirse camino en la política. Eso sí, no renuncia a su acta como diputado en el Parlamento andaluz y pasará a ser no adscrito. El conocido como juez Serrano ha tomado estas decisiones a lo largo de los últimos días: la primera es su adiós del grupo parlamentario de Vox y su pase a los no adscritos y la otra, darse de baja de Vox.
Fuentes cercanas al ya expresidente del grupo parlamentario de Vox han confesado a este diario que Serrano se siente una “víctima” y que está siendo “perseguido” por haber militado en las filas de Vox. Él mismo se va a personar en el Registro del Parlamento andaluz en la tarde de este miércoles para sellar esta decisión por escrito.
Mientras tanto, el grupo parlamentario de Vox en Andalucía remitió un comunicado en el que “agradece el trabajo realizado por el señor Serrano”.
Estas decisiones han sido adoptadas una vez que la Fiscalía de Sevilla remitiera a la Fiscalía Superior de Andalucía la investigación sobre el préstamo de 2,5 millones de euros que recibió una de sus empresas en 2016. Serrano está siendo investigado por un supuesto fraude de subvenciones.
Por ahora, la investigación confirma que su empresa Biowood Niebla recibió 2.489.000 euros del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad a través del Programa Reindus, para lo que “debía aportar un capital social en consonancia con el proyecto a desarrollar y, principalmente, con los fondos” que obtuvo, según la Fiscalía.
Esa subvención tenía como fin la realización de un proyecto que, por ahora, “no consta”, según el Ministerio Público, que añade que la empresa de Serrano no ha reintegrado la deuda adquirida.
Su sociedad tenía como objeto la fabricación de pallets en el municipio onubense de Niebla y se constituyó con “aportaciones no dinerarias”.
Es más, este mismo miércoles se ha conocido que la Fiscalía Superior de Andalucía ha informado de que ha interpuesto una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) al atisbar indicios de un presunto delito de fraude de subvenciones.
Tal y como ya avanzara este diario el pasado 15 de junio, esta investigación judicial provocó una visible “tensión” entre el juez Serrano y el resto de parlamentarios de Vox. Como ejemplo, ningún diputado ejerció una defensa a ultranza del ya expresidente del partido cuando partidos como PSOE y Adelante Andalucía afearan la situación de Serrano.
Es más, el propio portavoz de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández, cuestionado sobre la investigación judicial, dijo que “queremos que se deje trabajar a la Justicia y que actúe con prontitud”, pero advirtió que “si alguien ha cometido una infracción que se depure su responsabilidad y se devuelva el dinero”.
Fue la mano derecha de Abascal en Andalucía
Francisco de Asís Serrano Castro comenzó su andadura laboral siendo juez en los juzgados de la localidad onubense de Valverde del Camino. También, ha sido fiscal, magistrado y juez en juzgados de Sevilla. Posteriormente, en 2012, fue inhabilitado para ejercer la carrera judicial, por lo que abrió un bufete de abogados.
En 2014 se afilió a Vox y en 2015 se presentó como candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, aunque solo consiguió unos 18.000 votos. Aún así, el juez Serrano siguió siendo la mano derecha del líder de Vox España, Santiago Abascal, en Andalucía.
Ya en las pasadas elecciones de diciembre de 2018, Vox logró 12 diputados en el Parlamento de Andalucía.
En junio de 2019 se vio envuelto en una polémica después de hacer una serie de manifestaciones sobre la sentencia del caso de La Manada. A partir de ahí estuvo varios meses de baja médica.
Pese a seguir siendo el presidente del grupo parlamentario de Vox, Serrano fue perdiendo la confianza de sus compañeros. En los últimos meses, la voz de Vox en Andalucía es la del cordobés Alejandro Hernández, quien ha llevado el peso de la oposición de su partido al Gobierno andaluz y de las negociaciones de los Presupuestos 2019 y 2020.
