El hombre de 42 años al que la Audiencia Provincial juzga por la fórmula del jurado popular por la muerte del marido de su ex pareja en Fuente Vaqueros, en el área metropolitana de Granada, ha reconocido que lo mató y ha mostrado su arrepentimiento por ello, si bien ha dicho que fue "sin querer" y bajo los efectos del alcohol y los tranquilizantes.
En el transcurso de una discusión que ha reconocido que se inició a las puertas de su casa, de la que era copropietario con su ex mujer, en la noche del 7 de abril de 2018, y en la que salió a buscar un "rifle", ha indicado ante el tribunal de la Sección Primera, en el edificio judicial de Caleta, que sacó "el arma para que se fuera", y que luego la víctima le "echó mano" y "se disparó".
En la lectura de sus conclusiones definitivas, la Fiscalía, que ha renunciado a varios de los testigos que había propuesto, ha modificado la calificación de los hechos, por los que en un principio pedía 22 años y medio de cárcel para el acusado por la presunta comisión de asesinato y tenencia ilícita de armas.
La petición de la acusación pública queda, tras esta modificación, en once años por la presunta comisión de un delito de homicidio más nueve meses por la supuesta tenencia ilícita de armas, al entender el fiscal que no hubo alevosía por parte del procesado y que disparó al finado a larga distancia, pero no con un "bastón pistola" como se consideró inicialmente.
Se han sumado a estas conclusiones la acusación particular, en representación de la mujer del fallecido, y la defensa. En su declaración ante el tribunal, el acusado ha mantenido que, a las puertas de su casa, se inició una "pequeña discusión", por unos motivos que ha dicho desconocer, con su mujer y su marido en ese momento, un hombre de 40 años nacido en Marruecos, y que estaba "un poco mareado".
El "rifle" que fue a buscar era "pequeño" y no un "bastón pistola", ha señalado también, reconociendo que le "enfadó" que su mujer entrara en su casa en el transcurso de la discusión. El finado le "agredió" primero, ha dicho, incidiendo también en que no sabía "qué tenía" en "contra" suya.
El fiscal mantenía que la mujer reprochó sobre las 1,15 horas del 7 de abril de 2018 a su ex marido la influencia que pudiera tener un amigo en permiso penitenciario que estaba residiendo en la casa, en los hijos que tienen en común, en concreto uno de 13 años que vivía con él.
La mujer se habría introducido en la casa comenzando "a lanzar a la calle la ropa y enseres" del amigo, según esta versión. El procesado, que se había ausentado del lugar tras el inicio de la discusión, volvió armado, "iniciándose un forcejeo en el transcurso del cual se dispara el arma sin herir a nadie".
Cuando el matrimonio venía de la casa de otro familiar al que habían buscado para que intermediara, el procesado habría disparado al marido de su ex mujer "sin que éste tuviera posibilidad alguna de defensa", expuso el fiscal.
El proyectil entró en cavidad abdominal produciéndole la muerte entre las 3,00 y las 3,30 horas de ese mismo día por hemorragia masiva. El arma, conocida como "bastón pistola" y prohibida, no ha sido encontrada.
Tras haber mantenido el acusado que el arma se le disparó en la refriega, los forenses que han declarado en el juicio han señalado que el disparo se debió de hacer desde una distancia que habría sido larga en tanto no había en el cuerpo del fallecido una marca de tipo "quemadura" o "tatuaje" que se queda cuando se dispara cerca, y que tenía lesiones derivadas de una pelea física.
Después de que este martes hayan finalizado las declaraciones de testigos y peritos, y las partes hayan modificado sus conclusiones en la misma línea, este miércoles está previsto que el jurado popular, que se constituyó este pasado lunes en la Real Chancillería, reciba el objeto del veredicto con el que se retirará a deliberar.