La causa penal para dirimir si se produjeron daños el yacimiento arqueológico de El Chuche, en Benahadux (Almería), durante la ejecución de unas obras en la carretera N-340 a su paso por este municipio, y en la que hay cuatro investigados, continúa a la espera, después de casi tres años, de recibir el informe pericial que permita avanzar las diligencias.
En una diligencia de ordenación, consultada por Europa Press, el Juzgado de Instrucción 1 de Almería informa a fecha 15 de diciembre de 2020 de que el perito fue designado en junio de 2018, que este "aceptó el cargo", y de que la elaboración de la pericial acerca del alcance y relevancia penal de los daños al patrimonio que se investigan "sigue estando pendiente de elaboración".
Precisa el juzgado que se reiteró el informe en septiembre de 2019 y en junio de 2020, pero que este aún no se han incorporado a las actuaciones, que se remontan a 2017. La magistrada María Belén López requirió entonces a la Asociación de Peritos Tasadores Judiciales de Andalucía que nombrase un experto en arqueología que elabore la pericial necesaria para hacer avanzar el procedimiento acerca de los vestigios que podrían haber resultado afectados y el alcance de la citada afección.
En hasta tres ocasiones repitió su petición de un experto para que procediese a realizar un estudio arqueológico "independiente, objetivo e imparcial", una una diligencia clave encaminada a determinar si hubo daños al yacimiento arqueológico con vestigios datados en más de 5.000 años de antiguedad durante los trabajos de desmonte ejecutados por la Dirección General de Carreteras en la N-340.
Entre las actuaciones incorporadas al procedimiento figuran un escrito del Ayuntamiento de Benahadux que señala que la Demarcación Provincial de Carreteras del Estado no solicitó licencia de obra o similar previa a los desmontes y que las dos parcelas sobre las que se hizo movimientos de tierra tiene especial protección por su carácter de yacimiento arqueológico excepto en el extremo oeste y en el sur, donde esta considerada monte público.
La Junta de Andalucía ya informó al juzgado instructor de que existían "hitos de señalización en el área sobre la que se realizaron los vertidos de tierra" dentro de la zona arqueológica" y remarcaba que le no constaba, una vez consultados los archivos de la Delegación Territorial, ni una "solicitud de autorización" ni "comunicación por escrito para realizar las actuaciones en la zona ni proyecto de actuación en dicho ámbito".
No entraba, sin embargo, a valorar el alcance de "los daños ocasionados" a la zona arqueológica al haberse detectado deficiencias en el informe que presentó el director de la actividad en la Delegación Territorial.
Por este motivo, el juzgado acordó nombrar un perito judicial experto en arqueología para que procediese a realizar un estudio arqueológico "independiente, objetivo e imparcial" sobre los daños.
CUATRO INVESTIGADOS
En el marco del procedimiento hay cuatro investigados. Son un técnico de la Demarcación de Carreteras en Almería, el jefe de Conservación y Explotación de Carreteras de una de las UTE que intervinieron en las obras, y los responsables de mercantiles que ejecutaron los trabajos en esta zona con el fin de "ocultar un vertedero con la tierra obtenida de un desmonte aledaño", tal y como informó en su momento el Gobierno central en una respuesta parlamentaria al PSOE.
Fue la asociación 'Amigos de la Alcazaba' la que puso los hechos en conocimiento del Ministerio Público, que resolvió interponer denuncia al considerar que podrían ser constitutivos de un presunto delito contra el patrimonio histórico, denuncia que ha dado lugar a la apertura de la vía penal para depurar posibles responsabilidades.
Según las estimaciones iniciales del colectivo conservacionista, los trabajos supusieron "el desmonte y allanamiento de casi 8.000 metros cuadrados" de terreno, y la "invasión de prácticamente los 1.000 metros cuadrados" en los que se localiza este yacimiento arqueológico prehistórico, ibérico, púnico y romano de El Chuche.
En concreto, los trabajos habrían afectado al menos a una tumba tipo Millares de la Edad del Cobre, excavada entre 1971 y 1972 por los investigadores Ochotorena, Perceval y Francisco García 'Pituco' y cuyos materiales arqueológicos guarda el Museo Arqueológico de Almería, de acuerdo a los datos aportados por 'Amigos de la Alcazaba'.
FALTA GRAVE
Por otro lado, la Junta de Andalucía, a través de la Delegación Territorial de Cultura, incoó un expediente sancionador al Ministerio de Fomento por una supuesta "falta grave", tipificada en la Ley de Patrimonio Histórico, al no haber solicitado la autorización "obligatoria" para realizar la obra.
El informe realizado por Cultura daba cuenta de que el aporte realizado en la obra viaria pública al terreno "ha ocultado tanto un tramo del antiguo trazado de la carretera como los taludes por ella generados", de modo que en el antiguo talud situado frente a la rotonda actual "se podía observar hasta la fecha los restos de una estructura arqueológica seccionada por la antigua carretera que correspondían a una tumba en fosa".
No obstante, el texto apuntaba que "no es posible establecer si la estructura arqueológica que se veía en el antiguo talud ha sido destruida o sólo ha quedado sepultada bajo el terreno" por lo que "para determinar el grado de afección concreto debería realizarse una excavación arqueológica de la zona".