Carlos Yebra es uno de los grandes fotógrafos publicitarios que ha dado este país. Profesional cotizadísimo entre las grandes marcas de automóviles para sus campañas, dedicó buena parte de su vida profesional a viajar por todo el mundo. Suyas fueron anuncios tan sonados como el del cuponazo de la ONCE traerá cola, de finales de los ochenta; y otro más rodado un verano en Grazalema.
Ahí fue donde conoció Zahara y se compró una pequeña casa a la que se vino a vivir hace quince años. “Mi profesión estuvo a punto de matarme, sólo dormía en los aviones y empalmaba un proyecto detrás de otro. Ahora, sin embargo, necesito aferrarme a mi profesión para no morirme”, nos confiesa.
Con Carlos Yebra nos hemos sentado esta semana A mesa y mantel en el Restaurante El Pradillo, uno de los indispensables de Zahara de los Atunes. Allí, Óscar y Rodrigo nos han abierto las puertas de su casa y nos han brindado un tartar de atún rojo de almadraba con galletita de payoyo y una hamburguesa de pulpo, rúcula, cebolla morada y aguacate tan original como deliciosa.
Ya entrado en los setenta, Carlos Yebra vale más por lo que calla que por lo que habla. Entre otras perlas nos ha contado que cuando le hizo a José María Aznar la foto de cartel para las primeras elecciones generales que ganó “tuvimos que cambiarle la camisa porque la llevaba rozada”.