El 21 de enero se reiniciaron las obras en el antiguo Instituto Nuestra Señora del Rosario, en Cádiz, al objeto de convertir el inmueble en centro de arte contemporáneo. En su interior los operarios de la empresa Díaz Cubero SA afrontan la fase de demoliciones en el patio y en las diferentes estancias de un edificio que comprende 1.811 metros cuadrados de superficie construida. El vicepresidente segundo de Diputación y responsable del área de Transición Ecológica y Desarrollo Urbano Sostenible, Mario Fernández, ha conocido hoy el estado de las obras.
“Se trata de una actuación emblemática para la ciudad y la provincia de Cádiz. Arrancan las obras de este futuro centro cultural que estará a la vanguardia de la eficiencia, con instalaciones que lo convertirán en un edificio de consumo energético casi nulo”, ha valorado Mario Fernández.
Los espacios de las diferentes plantas serán muy diáfanos, acordes con una distribución de salas y galerías concebidas para alojar exposiciones. En la planta baja se prevé la creación de una cafetería y una tienda, junto a un patio cubierto. Esa cubrición comportará uno de los momentos de mayor complejidad de la intervención, a tenor de las nueve vigas de madera que se instalarán en la azotea y considerando la céntrica localización del inmueble. La viga de mayor longitud trazará una diagonal de 25 metros. En la última planta se acondicionarán aulas y talleres.
Desde el punto de vista de la eficiencia energética, Mario Fernández ha destacado la instalación de paneles solares fotovoltaicos; la mejora de la envolvente térmica del edificio; la inclusión de un sistema de ventilación evaporativa en la cubierta; un sistema de iluminación inteligente; o la implantación de un sistema de frío solar Fresnel, entre otras futuras prestaciones. La finalidad es alcanzar un edificio capaz de maximizar las condiciones solares de cada estación y, en consecuencia, reducir la factura eléctrica. Se aúna la sostenibilidad del inmueble con el uso racional de recursos públicos. Además, será un centro domotizado, cuyos parámetros energéticos podrán controlarse a distancia en tiempo real.
Diputación reservó para esta intervención un presupuesto de 3,5 millones de euros (impuestos incluidos). Al proceso de licitación pública concurrieron seis empresas. En la financiación de las obras confluyen fondos propios de Diputación y subvenciones –por un importe que supera los 2 millones de euros- de la Agencia Andaluza de la Energía.