Son tiempos difíciles en los que todos los sectores comerciales sufren. Uno de ellos es, sin duda, las librerías, que ya venían arrastrando una situación muy difícil, en virtud de la brutal competencia de plataformas digitales como Amazon. Ahora, la editorial alcalaína, siguiendo la línea de otras acciones similares que tienen lugar dentro y fuera de España, pone en marcha una iniciativa que trata de poner su granito de arena para apoyar a este gremio. Su director, Rafael Ceballos, nos explica en qué consiste. “Formación Alcalá Editorial y Grupo Editor RCA se han querido sumar a otras iniciativasde apoyo a las librerías y ha lanzado una campaña de apoyo a las mismas: el 35% de cada libro que venda en sus webs(
www.faeditorial.es) y
www.rcagrupoeditor.es) será transferido a la librería que el comprador seleccione asumiendo los gastos de envío la propia editorial. La librería es el eslabón más débil de la cadena del libro, en muchas ocasiones sostenida por el entusiasmo, entrega y pasión del librero.
Esta situación que vivimos desde el 14 de marzo pasado, ha puesto en peligro cientos de librerías, en una época crucial junto a Navidad y Reyes,el próximo Día Internacional del Libro, Sant Jordi, Ferias de muchas ciudades españolas y entre ellas Madrid como la más representativa del sector con todas las presentaciones y lanzamientos que había programados. De forma similar ha sucedido a nivel internacional (Londres, París, Bogotá o Buenos Aires, entre otras). No es tiempo de queja y pensamos que si lo es de poner la creatividad al servicio de una idea común, la necesidad de reinventar el concepto de librería, aportar nuestro granito de arena e ir más allá de la venta de libros, para que la librería sobreviva. Saldremos de ésta leyendo”, asegura Ceballos.
Respecto a la forma en que la actual situación está afectando al sector editorial, Rafael Ceballos explica que “
las editoriales independientes también sufrimos esta pandemia, en nuestro caso hemos aplazado salida de novedades a partir de verano dado que la cadena de suministro a través del distribuidor se ha paralizado, de ahí que hayamos tomado este caminito, pero con lo poco que podamos vender en esta crisis vamos a apoyar a las librerías. Como decimos, hemos lanzado una campaña: el 35% de cada producto que vendamos en nuestras webs (nuestra filosofía es no hacer venta directa de libros) será transferido a la librería que el comprador quiera de la geografía nacional y así lo indicará en su pedido. La editorial entregará el importe a la librería señalada en el nombre del comprador y donará la cantidad que resulte automáticamente en cada pedido. Ahora bien, sugerimos a los compradores que antes comprueben si la librería dispone de tienda online y si es así, lo pidan directamente a ella para que la cadena no pare y, si no lo tiene use directamente el de Formación Alcalá Editorial o Grupo Editor RCA quien actuará solo como servicio logístico de ella. Al final, la editorial destinará de manera altruista a la librería que elija cada cliente el porcentaje que normalmente se quedaría la librería si el producto se hubiera comprado allí. No queremos engañar a nadie, será poco dinero por desgracia, pero queríamos lanzar una señal de ayuda y de ánimo para los libreros, que una parte del sector piensa en vosotros, es nuestra forma de salir a nuestro particular balcón y aplaudirles. Estamos con ellos. Además, los gastos de envío correrán aparte a cuenta de la editorial y se distribuirá a domicilio todos aquellos pedidos de sus libros”.
“Lo que no se ha entendido en el sector –denuncia Rafael Ceballos- es que el libro no haya sido incluido como un artículo de primera necesidad. Es evidente que cualquier medida para evitar el contacto humano es una victoria contra el contagio, hay que dejar bien sentado este punto, pero un vistazo a la letra pequeña del BOE, como dice CEGAL,la situación actual es tan bizarra que si un establecimiento tiene múltiples actividades, la parte de comercio de libros debe estar cerrada al público. Y si el espacio no tiene una separación física del espacio de librerías, no puede admitir en la caja la compra de un libro. Periódicos, revistas sí (menos mal y nos alegramos), pero libros… no”.
Sobre los futuros efectos que esta crisis que se nos viene encima va a tener para el sector del libro, Rafael Ceballos es claro: “El sector del libro es de las industrias donde sus diversos componentes (autores, traductores, correctores, ilustradores, editores, distribuidores, libreros, también bibliotecarios…) son más interdependientes que en otros ámbitos económicos. La caída en uno de ellos arrastra al resto. Editoriales pequeñas, medianas y grandes viven la situaciín a diferentes niveles. La Agrupación de Distribuidores de Libros y Ediciones estima que dos terceras partes del sector han suspendido su actividad ante la imposibilidad de servir a las librerías físicas, en un sector donde menos de 200 librerías tienen servicio online.Este es un negocio donde el 85% de la facturación viene de la librería física y el 15% online, evidentemente, no compensa. Cegal estima que el agujero negro en las arcas del sector del libro en España tendrá pérdidas de 1.000 millones de euros. Una herida abierta que, para bien o para mal, marcará el futuro de las editoriales, de todas.Tal vez muchos no lo sepan, pero el libro es la industria cultural que más profesionales acoge y más factura, por encima del cine por ejemplo. Lo primero que deberemos hacer cuando podamos salir de casa no será reanimar el sector, sino ver qué queda de él. A pesar de todo, sin duda, debemos cuidarnos y prevenir cualquier posibilidad de contagio, la salud está por encima de cualquier cifra. Mirando alrededor, desde este martes 14, Italia ha abierto las puertas de las librerías como bien esencial, no con bastante controversia general”.
En cuanto a las librerías,
“Las crisis siempre implican cambios y adaptarse a las nuevas condiciones es lo que permite evolucionar como profesional y persona. Como decía Ryunosuke Satoro, “Individualmente somos una gota, juntos somos un océano”. Amazon vino para quedarse y hay que reaccionar y diferenciarse, se está haciendo, me consta. El ebook también iba a suponer el fin del libro en papel, o la televisión el de la radio como tantos otros ejemplos donde ambos pueden coexistir. Aunque pueda parecer contradictorio, este no lo considero el verdadero problema, sino la falta de lectores. Si no hay clientes no hay negocio. Cómo llegue al cliente el producto, es otra cuestión. Muchos lo ven como un enemigo, yo lo considero alguien que ha venido a sentarse a nuestro lado y hay que ver cómo colaborar y sumar con él. Los cambios son así, nos gusten o no. Aceptémoslos y tengamos miras más amplias”.
Pese al difícil momento, la editorial alcalaína sigue avanzado proyectos.
“A nivel editorial, y desde hace unos años que, como el librero, mantenemos esta línea de negocio con un ánimo “romántico” por el libro, por esta maravillosa pasión y contribución a la cultura, a compartir conocimiento e imaginación. Es por ello que venimos lanzando entre 3 y 5 novedades literarias anuales y pasamos de la centena en las de salud. Esta balanza no se verá mermada de momento”.