El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado al administrador de una nave de procesamiento de almendras por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones imprudentes a raíz de la explosión registrada en la caldera del local ubicado en Gérgal (Almería) y que provocó lesiones en uno de los empleados.
El fallo, consultado por Europa Press, estima que existió un "déficit de mantenimiento y limpieza" en la caldera por parte del acusado, lo que provocó una "sobrepresión en el hogar por inflamación súbita de combustible" que hizo que la misma reventara, según se desprende de los informes periciales elaborados por la Inspección de Trabajo y del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Almería.
En este sentido, precisa además que la explosión, que hizo que el trabajador saliera despedido hasta 12 metros del lugar en el que estaba con heridas graves, estuvo motivada por una acumulación de polvo y hollín, que actuaron como combustible para provocar la detonación.
Los hechos, por lo que se ha condenado al administrador de la sociedad a tres meses de prisión e inhabilitación para ejercer en la industria manufacturera, tuvieron lugar en octubre de 2011 en la sala de repelado de la fábrica, que se encontraba junto a la sala de calderas.
A consecuencia de la explosión, el empleado recibió golpes por hierro y hormigón, lo que junto a su desplazamiento, le creó una fractura abierta de tobillo, traumatismo abdominal, otorragia, hombro doloroso y trauma craneal con heridas enciso-contusas, de lo que tardó en curar más de cuatro meses y le han quedado secuelas. Por ello, la juez María Soledad Balaguer también condena al administrador al pago de 1.080 euros.
Por otra parte, la magistrada absuelve a un segundo acusado, técnico de una empresa de prevención de riesgos contratada por la fábrica de procesado de almendras, al no haber quedado acreditada su participación en los hechos tras habérsele encargado la elaboración de un plan de prevención de riesgos en meses anteriores a los hechos.