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Huelva

Un pájaro procedente de Alaska concita a cientos de ornitólogos en la playa del Espigón

Una "extraordinaria rareza" consideran los ornitólogos la visita de este ejemplar

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  • Un ejemplar divagante de mérgulo antiguo en Huelva. -

Un ejemplar divagante de mérgulo antiguo (Synthliboramphus antiquus), pájaro del tamaño de una paloma especializado en buceo y procedente de Alaska, está concitando en la playa del Espigón de Huelva a cientos de ornitólogos aficionados procedentes de toda España y Europa.

Una "extraordinaria rareza" consideran los ornitólogos la visita de este ejemplar, del grupo de los álcidos -de parecido superficial a los pingüinos, aunque éstos pertenecen a otra familia- que nunca había sido avistado en la Península Ibérica y es la tercera vez que se le detecta en la biorregión denominada Paleártico Occidental (Europa, África septentrional, Oriente Próximo y norte de la Península Arábiga y la casi la totalidad de Asia).



Según ha explicado a Efe Javier Elorriaga, guía ornitológico de la empresa Birding the Estrait, que opera desde Tarifa (Cádiz), este ejemplar de mérgulo antiguo fue detectado el pasado 24 de mayo en la playa del espigón o del Dique Juan Carlos I por el ornitólogo holandés Rolland Bekkers, quien incapaz de identificarlo subió a las redes sociales las fotos que le hizo y "en seguida saltó la alarma y la imagen se viralizó rápidamente".

Al día siguiente, 25 de mayo, varios aficionados andaluces se presentaron en la playa y vieron el ejemplar, con lo que se presencia del hallazgo en las redes sociales y grupos de WhatsApp -sistemas empleado por los ornitólogos aficionados para comunicarse- se multiplicó, de modo que en días sucesivos han llegado de casi todas las regiones españolas, Italia, Países Bajos, Francia, Finlandia y Reino Unido.

"AYER SEGUÍA ALLÍ"

"Ayer seguía allí", ha asegurado Elorriaga, quien ha descrito al mérgulo antiguo como una especie muy activa, muy móvil y que bucea mucho para alimentarse de peces pequeños, tanto que es capaz de desplazarse más de cien metros debajo del agua, y generalmente vive y vuela sobre el mar y acude a tierra para poco más que para nidificar, lo que hace en un hueco al pie de un árbol.

Este ejemplar, del que se ignora el sexo, es un adulto y, como los de su especie, es de color blanco, negro y gris -con la punta del pico blanca, lo que resulta muy llamativo-, su espalda es de un gris que parece desgastado, de ahí el origen de su nombre, que a quien lo describió por primera vez le evocó el color del chal de un anciano. 

Anida en Alaska, en islas alejadas del continente y sus migraciones incluyen la costa Oeste de EEUU hasta California, la de Canadá, Mar de Bering hasta Japón y costa oriental de China, y para explicar que haya llegado hasta Huelva existen dos teorías, una que apunta que el deshielo del Ártico le haya permitido el paso, al ser un pájaro que vuela sobre agua y no sobre hielo, y la otra que se haya debido a fenómenos meteorológicos:

Según esta segunda teoría, fuertes vientos lo han podido desplazar al interior del continente y, de lago en lago canadiense, llegar hasta la costa Este y, una vez allí, mezclarse con el alca común, especie parecida de la que han llegado este año varios ejemplares a las costas andaluzas.

ENREDADO EN UN SEDAL DE PESCADOR

Su presencia en Huelva, según Elorriaga, es tan rara que se puede comparar a la de los ejemplares de búhos nivales que, en noviembre de 2021 llegaron a Asturias y Cantabria, tras haberse posado en un barco en alta mar y quedarse en el primer puerto al que llegó.

A los pocos días de ser visto en Huelva, ha contado Elorriaga, el pájaro se enredó en el sedal de un pescador y fue uno de los ornitólogos aficionados que lo estaban viendo, Jorge García Cuevas, quien se lanzó al agua, nadó hasta el lugar del enredo, pidió al pescador que no tirara en ese momento del sedal y logró liberarlo, tras lo cual el pájaro se repuso rápidamente.

El interés por el mérgulo antiguo ha podido aumentar en estos meses porque la última temporada del programa de televisión dirigido por el naturalista David Attenborough ha mostrado cómo nidifica esta especie y cómo solo dos días después de nacer los pollos son llamados por sus padres, que los alimentan en alta mar, para que naden y buceen y regresen al nido después de este ejercicio.

El ornitólogo Rafael García Costales cuenta las visitas provocadas por esta rareza ornitológica, si bien advierte que sólo contabiliza a los aficionados que han dejado constancia de haberlo visto en las redes sociales, no así a quienes no han logrado verlo o no lo han expresado en sus redes, con lo que el número real debe ser mucho mayor.

Según este cómputo, al día siguiente de ser detectado ya acudieron 26 aficionados, que se multiplicaron hasta 127 en la primera semana, hasta 143 hasta al fin de mayo y el jueves pasado eran 226.

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