Menos de dos meses después de llegar a la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba ha podido saborear hoy el primer "triunfo" de su era, ya que, contra la mayor parte de los pronósticos, los socialistas podrían seguir gobernando en Andalucía y han sido la lista más votada en Asturias.
Teniendo en cuenta que han tenido todas las encuestas en contra, los socialistas interpretan los resultados de Andalucía como una victoria, pese a que el PP haya sido el partido más votado en esa Comunidad, ya que una alianza con IU les permitirá conservar su feudo más legendario durante otros cuatro años.
Pero, sobre todo, creen que estas elecciones han permitido que la ciudadanía pase la "primera factura" al Gobierno de Mariano Rajoy y le haya aplicado un severo correctivo, sin haber completado todavía el periodo de gracia de los cien días.
Según los socialistas, los electores han tenido oportunidad de expresar en las urnas su desencanto con las políticas que está aplicando Rajoy, especialmente la reforma laboral, y eso que no se conocen todavía los presupuestos generales del Estado de este año.
Por eso, desde el PSOE se ha invitado esta noche al Ejecutivo de Rajoy a reflexionar sobre estos resultados, a constatar que "no vale todo" y a que se replantee "muchas cosas".
Con estos resultados, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, percibe un cambio de tendencia electoral en la ciudadanía desde las generales del 20N, ya que hoy no sólo han recortado distancias en Andalucía hasta quedarse sólo a un punto sino que en Asturias sacan diez de ventaja al PP.
En Andalucía, y también en Asturias si finalmente FAC y PP no consiguen ponerse de acuerdo para formar gobierno, el PSOE ha encontrado la munición necesaria para comenzar la "reconquista", después de que en el 2011 perdiera todas las elecciones a las que se presentó y fuera desalojado de la Moncloa y de todas las comunidades en las que históricamente había gobernado.
Durante toda la jornada electoral, y especialmente a medida que se acercaba la hora del cierre de las urnas, los socialistas han estado tranquilos, a sabiendas de que un triunfo del PSOE en Andalucía estaba descartado por completo pero los datos que se iban conociendo no le daban mayoría absoluta al PP.
Ahora bien, en el PSOE no dan todo por atado y no son pocos los que recuerdan lo ocurrido el año pasado en Extremadura, cuando la abstención de IU le dio el gobierno extremeño al candidato del PP, José Antonio Monago.
No obstante, una fuente socialista consultada por Efe subraya que la relación del PSOE-A con IU no es la misma que tenían los socialistas extremeños con la federación de Cayo Lara y dan casi por hecha la predisposición de esa fuerza política para que en Andalucía siga habiendo "un gobierno de progreso".
Algo que podría ocurrir también en Asturias, donde Javier Fernández ha liderado la candidatura más votada y podría tener opciones de gobernar si el FAC de Francisco Álvarez Cascos no logra pactar con el PP.
Pese a que el pasado verano hubo sus más y sus menos entre la dirección federal y el partido en Andalucía por la negativa de Griñán de adelantar las elecciones en esa comunidad para hacerlas coincidir con las generales, ahora nadie duda en el PSOE del acierto de aquella decisión.
De haber coincidido ambas convocatorias electorales, diversas fuentes consultadas se muestran convencidas de que la derrota en Andalucía habría sido tan aplastante como en las generales y se habría visto arrastrada por el voto de castigo de la ciudadanía al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Estos tres meses de Rajoy han permitido templar los ánimos y que los electores fueran conscientes de lo que podría suponer un triunfo del PP en Andalucía, sentencian las fuentes.
La próxima cita electoral, las gallegas y vascas del 2013. Ahí tendrá Rubalcaba ocasión de certificar si ha cuajado su prometida "reconquista".
El PSOE gana y Foro y PP suman mayoría absoluta con el 95,12% escrutado
El PSOE gana las elecciones en Asturias con el 31,97 por ciento de los votos que le darían 16 escaños mientras que Foro y PP, con 13 y 10 diputados respectivamente, sumarían la mayoría absoluta en el Parlamento regional una vez escrutado el 95,12 por ciento de los sufragios.
De esta forma, los socialistas logran un escaño más que en mayo de 2011 mientras que el partido del presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, pierde tres y el PP mantiene sus resultados a la vez que IU obtiene cinco -uno más- y UPyD entra por primera vez en el Parlamento asturiano con un representante.
En la primera ocasión en la que Asturias celebra unas elecciones autonómicas anticipadas la participación se ha reducido al 55,76 por ciento, la más baja de la historia en los ocho comicios regionales celebrados en el Principado desde 1983, y que desciende en más de once puntos en relación con la convocatoria de mayo de 2011.
El PSOE ha conseguido incrementar su porcentaje de apoyos respecto a los anteriores comicios al pasar del 29,9 al 31,9 por ciento mientras que el Foro de Álvarez-Cascos pasa del 29,6 por ciento en mayo al 24,8 por ciento de hoy y el PP lo hace del 19,95 al 21,42 por ciento.
Izquierda Unida y UPyD son los únicos grupos que obtienen representación parlamentaria que ven incrementado su número de votos respecto a las anteriores elecciones dado que PSOE, Foro y PP reducen el número de sufragios obtenidos como consecuencia del incremento de la abstención.
Así, los socialistas pierden unos 26.000 votos, el partido de Álvarez-Cascos en torno a 58.000 y el PP unos 17.000.
De esta forma la nueva Junta General del Principado contará con representantes de cinco formaciones políticas, una circunstancia que no se repetía desde la legislatura comprendida entre 1991 y 1995.
En la Cámara que ahora se constituya IU verá incrementada su representación en un diputado al pasar de cuatro a cinco mientras que UPyD logra por primera vez acceder a la Junta General del Principado al obtener escaño para su cabeza de lista Ignacio Prendes.
Durante la legislatura que ahora concluye, la más corta de la historia de Asturias como comunidad autónoma, Álvarez-Cascos gobernó en minoría y sin alcanzar acuerdos con el resto de fuerzas políticas lo que determinó su decisión de anticipar los comicios al ver rechazado su proyecto de presupuestos para 2012.
En este periodo, Foro no alcanzó ningún tipo de consenso con la formación de la que su líder fue secretario general durante diez años y que, a comienzos de 2011, decidió abandonar el PP para ponerse al frente de una nueva formación política.