“Debemos mostrar tolerancia con quieres estaban equivocados o aquellos a quienes las circunstancias les forzaron a apoyar al régimen extinto, pero que ahora son también hijos de Irak”, afirmó el primer ministro en una reunión con líderes tribales.
Al Maliki dijo que la tolerancia con los partidarios de Sadam está vinculada con la voluntad de estos últimos a dar por cerrado “un capítulo negro de la historia iraquí”, en referencia al régimen que estuvo vigente desde 1979 hasta 2003.
El jefe del Gobierno salió así al paso de algunas posiciones de líderes iraquíes que rechazan la posibilidad de reconciliarse con los partidarios de Sadam y a quienes Al Maliki acusó de intentar “pescar en río revuelto”. “Esta reconciliación nacional es necesaria para construir un frente fuerte”, afirmó Al Maliki, jefe de un Gobierno de dominado por chiíes.
Este es el mensaje más firme del primer ministro iraquí en favor de la reconciliación con los herederos del régimen de Sadam, en un aparente intento por aumentar su popularidad con la minoría suní.
“Podemos tener diferencias sobre programas electorales, pero esas diferencias no tienen que ser en detrimento de Irak”, agregó.
DECEPCIÓN POPULAR
El presidente iraquí, Yalal Talabani, afirmó ayer que las últimas elecciones provinciales reflejaron la frustración y la decepción de la población sobre la actuación del Gobierno y de otras instituciones del Estado.
En una entrevista concedida al canal de televisión qatarí Al Yazira, Talabani también dijo que su país está promoviendo un diálogo directo entre la nueva Administración estadounidense de Barack Obama e Irán.
“Las elecciones provinciales reflejaron la insatisfacción del pueblo iraquí con los servicios públicos, y también reflejaron el descontento de la gente con la conducta de los partidos políticos, el Parlamento y otras instituciones”, afirmó Talabani.
En los comicios provinciales del pasado 31 de enero ganó la coalición del primer ministro, Nuri al Maliki. Su grupo ganó en 6 de las 14 provincias en las que se votó y en otras 3 quedó prácticamente empatada con su principal rival.